1 de octubre de 2018

Uroboros - Le Rose est le Nouveau Noir




Si existe una forma de superarse en cada disco al punto de decir, ¿a donde van a ir en el próximo luego de esto?, esa forma la encontró Uroboros. Y esto se puede escuchar en las mejores épocas de algunas de las mejores bandas de la historia del metal y a música rock en general (Morbid Angel, Neurosis, Cop Shoot Cop, Cathedral, The Jesus Lizard, Kyuss, Dillinger Escape Plan… y se me ocurren miles de ejemplos) Aun así no es justo comparar a Uroboros con estos titanes de la música, no porque no estén a la altura, lo cual es una cuestión subjetiva, sino porque el dúo argentino no sólo comparte esa constante búsqueda por la evolución que caracteriza a las grandes bandas, sino que tienen algo que no tienen ninguna de las mencionadas: jamás comprometer el rumbo de la banda en pos de la complacencia. Y en este aspecto me hago cargo de mis palabras, son muy pocos los artistas que lograron esto con éxito en sus carreras, y los únicos ejemplos que se me ocurren en este momento son Mike Patton, Justin Broadrick y los Melvins. Vengan de a uno.

Y en este aspecto no hay límites, no hay restricciones más allá de la pasión que mueve a Ignacio y Sebastián por hacer lo que les gusta. Y decir que les gusta la música es redundante. La mezcla de estilos parece ser el nuevo camino establecido por el dúo desde su anterior EP, pero no en una forma esquizofrénica como lo haría Patton o Zorn, tampoco en una forma estilizada y “cool” como lo haría Justin Broadrick, sino a su propia manera, con títulos rimbombantes, instrumentaciones cada día más exóticas, un aire conceptual que siempre desarrolla alguna historia épica y mítica, pasajes en griego incluidos. Y sí, me pueden decir que Lithurgy, con su manifiesto sobre el “metal trascendental” fuera el epítome de la pretensión y la vacuidad de la forma sobre el contenido (que paradójicamente no tuvo mayor trascendencia ya que Lithurgy será recordada por los dos grandes discos que lanzó en el principio de su carrera más que por su manifiesto), podemos notar un dejo de lo que aquí en Argentina llamaríamos “mojadita de oreja” por parte del dúo en este aspecto, lo dejo como tarea para el escucha notar a que me refiero. Es más que evidente que el trabajo serio que realizan se traduce en su música y sus letras, la imagen y la estética desarrollada, en un excelente ejemplo del uso inteligente de la forma en pos del contenido y viceversa. Complacer a los metaleros, no es lo que les interesa a Uroboros. Complacer a los alternativos, a los darkies, a los stoners, a los dumbetas, o a los sludgers (si es que existe tal cosa), tampoco. Y sin embargo es más que evidente cómo estos estilos conviven en “Le Rose...”, más que nunca. Sólo espero que algún día sean reconocidos por el trabajo que están haciendo. No creo que les importe esto de todas formas.



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