En este interesante juego de ideas (para alguien que saca 10 discos por año, imagino que el título debe ser auto referencial) CSCOT vuelve a sus raíces en la música industrial con este nuevo disco, dedicado completamente a "machacar el ego, destruir la ilusión del pensamiento original e individual y corromper la pureza del sonido". Claro, en el proceso nos encontramos con una pieza de música armada con samples, beats mecánicos y sonidos abrasivos, esta vez sin buscar el sonido electrónico, digital y moderno que CSCOT viene desarrollando en sus últimos discos, sino uno más cercano a la música proto industrial de los 80's, sobre todo con fuertes referencias a los eslavos Laibach o los ingleses Throbbing Grisle (de ahí lo de "la ilusión del pensamiento original e individual", obviamente), paradójicamente, produciendo uno de sus mejores discos hasta la fecha.
En retrospectiva es muy difícil calificar el proceso de crecimiento de CSCOT, ya que su discografía dispara siempre para muchos lugares al mismo tiempo y en diferentes discos. Decir que viene mejorando en cada disco a esta altura no tiene sentido, ya que cada uno es un ente vivo independiente de los otros (o no, al menos es así en la mayoría de las veces). Saber qué esperar de cada disco nuevo es una tarea fútil e innecesaria, como siempre lo mejor es sentarse, escuchar y dejar que la música te lleve a lugares insospechados, aunque generalmente sean bastante oscuros y dolorosos.
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