Por Fer Suarez.
"¿A quién le importa un poeta que no sabe sostener un puñal?", se pregunta Hogvera. A nadie, respondo yo. Pero no me crean a mí, créanle a este cuarteto que en ésta, su segunda producción (sucesora del debut homónimo editado el año pasado), prueba que sabe cómo hacer que su poesía se transforme en afiladísimos puñales. Por supuesto, no está de más prestarle atención a las letras de estas seis canciones, escritas con sangre en el tintero, pero cuando hablo aquí de poesía no me refiero sólo a la palabra escrita, sino también a los sonidos generados con una formación rockera básica de guitarra, bajo, batería y voz. Hablo de música, claro, y de cómo ésta es capaz de encarnar, de forma concisa y creativa al mismo tiempo, una idea que podríamos resumir en el eslogan "si no estás enojad*, no estás prestando atención". La frialdad de la reseña hace que sienta la obligación de utilizar términos como Post-Hardcore y mencionar afinidades (musicales, estéticas e ideológicas) con luminarias del catálogo de Dischord Records como Fugazi, The Nation Of Ulysses, SoulSide o Ignition pero el fuego que alimenta a esta hoguera achicharra cualquier atisbo de definición de manual rockero, reduciéndolo a cenizas sin importancia. Sí, todavía es posible volver las armas del Rock en contra de sí mismo, subvertir sus formas y contenidos y plantar semillas de sedición en sus entrañas sin necesidad de academicismos estériles ni fingidas poses de distancia irónica. Imaginación que arde, ideas que sacuden el cuerpo, canciones que desgarran la inmovilidad con dedos cansados pero nunca rendidos. No se pierdan de disfrutar (el material de Hogvera se puede descargar de forma gratuita en www.hoguera.bandcamp.com) de una de las propuestas más interesantes e intensas que estas podridas latitudes tienen para ofrecernos.