16 de septiembre de 2013

Reviews Express

Por Fernando Suarez.


-Modern Life Is War "Fever hunting" (2013)
Tras cinco años de disolución, vuelve una de las bandas más personales e influyentes del Hardcore de los últimos tiempos, manteniendo intacta su particular combinación de rabia, melodía, medios tiempos, inventiva y emoción descarnada.


-Rise Against "Long forgotten songs: B-sides & covers 2000-2013" (2013)
Bueno, el título no deja mucho lugar a la imaginación, así que, para aquellos que sepan apreciar el Hardcore/Punk melódico y politizado de estos oriundos de Chicago, he aquí una interesante (y extensa, son veintiséis temas en casi ochenta minutos) selección de rarezas.


-Superchunk "I hate music" (2013)
El chiste es que nadie que odie la música sería capaz de entregarnos canciones tan bellas y energizantes como las que componen este décimo (sin contar compilados ni cosas por el estilo) disco de Superchunk. Con más de veinte años de carrera, Mac McCaughan y los suyos no han perdido ni un ápice de esa vitalidad y frescura que hacen un término como Indie-Rock no se sienta del todo adecuado para describirlos.


-The Ex & Brass Unbound "Enormous door" (2013)
Los holandeses anarquistas se juntan con una sección de vientos de lujo (Mats Gustafsson, Ken Vandermark, Wolter Wierbos y Roy Paci) y adornan su habitual euforia Post-Punk con una colorida efervescencia Jazzera.


-Eleventh Dream Day "Eighth" (1997)
De los numerosos grupos relacionados a Tortoise, Eleventh Dream Day probablemente sea el más atípico. No porque su música sea extraña y/o experimental sino, justamente, porque su sonido afín a Dinosaur Jr o Buffalo Tom (o sea, una relectura en clave Punk/Indie de Neil Young & Crazy Horse) poco y nada tiene que ver con la fineza Post-Rockera de la mencionada Tortuga. Ahora bien, casi como para tirar a la basura lo dicho anteriormente, este "Eighth" (que inauguraba algo así como una segunda etapa en la vida del grupo, como trío y en carácter de proyecto ocasional) balanceaba el Rock árido y emotivo de antaño con incursiones abstractas que no hubieran desentonado en, claro que sí, Tortoise o las horas más delicadas de Sonic Youth.


-Pulley "@#!*" (1999)
Otro de esos supergrupos de la B que, por algún motivo, me caen simpáticos. En este caso, con miembros de bandas como Ten Foot Pole, Strung Out, Unwritten Law, Zero Down, Face To Face y  No Use For A Name, es de esperar que lo de esta gente sea un decente (aunque algo genérico) Hardcore/Punk melódico de pura cepa californiana.


-The Promise Ring "Very emergency" (1999)
Los fans más radicales de The Promise Ring suelen defenestrar a este tercer disco por su indisimulada frescura Popera (o Power-Popera, si prefieren) y su desapego por las pautas de ese Emo desprolijo e introspectivo que ellos mismo supieron patentar en sus primeros trabajos. Ahora bien, si se trata de canciones redondas, contagiosas y sencillamente irresistibles, he aquí una parada obligatoria.


-Messer Chups "Crazy price" (2003)
Cuando un grupo lleva quince años de carrera y más de diez discos en su haber, es difícil quedarse con un único trabajo discográfico. "Crazy prize" tal vez haya llegado a más gente por el simple hecho de haber sido editado por Ipecac, el sello discográfico de Mike Patton. Y ese pequeño dato sirve también para marcar que el Surf-Rock colorido y terrorífico (por supuesto, aquí hay montones de referencias al cine de terror de décadas pasadas. En especial el de clase B) practicado por estos rusos viene con una dosis extra de delirios y despreocupado eclecticismo. Y, aún así, se trata de uno de sus álbumes más convencionales, por así decirlo. Si buscan locura al por mayor, vayan a sus primeras entregas y prepárense para perder unas cuantas neuronas.


-Rockets & Bluelights "A smashed city with flames and music in the air" (2003)
Cuarteto neoyorquino de breve existencia que lograba moverse entre la frágil sensibilidad de los primeros Braid o The Promise Ring y las complejidades instrumentales y dinámicas del Post-Rock y el Math-Rock.


-Dev/Null "Lazer Thrash" (2007)
Si el título de este disco sirve como indicador (por no hablar del hecho de que Peter Cassin, la mente detrás de esta criatura, fuera alguna miembro de Fate Of Icarus, una banda que se movía entre el Death técnico y el Mathcore), entonces podríamos decir que esto es algo así como Drum & Bass (o Drill & Bass o Breakcore o cómo lo quieran llamar) para headbangers. O sea, Electrónica extrema, caótica y montada en los ritmos más taquicárdicos que puedan imaginar. Y, con títulos como "Symphonies of suckness" o "Bolt Thrower in a chinese restaurant", el favor de los metaleros extremos de mente más abierta debería estar ganado.

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