30 de abril de 2013

Reviews Express

 Por Fernando Suarez.


-Boris "Präparat" (2013)
Manteniendo intacta su capacidad para sorprender, esta vez nuestros queridos nipones se despachan con un disco dominado por climas entre Post-rockeros y Shoegazeros, con algún que otro chispazo de la gordura Sludge de antaño.


-The New Amsterdams "Outroduction" (2013)
Matthew Pryor (también líder de The Get Up Kids) despide a su proyecto Indie-Folk con un compilado de rarezas varias que, no obstante, mantiene una coherencia estilística y sonora, y un nivel compositivo altísimo.


-Slint "Tweez" (1989)
Está muy bien que hablemos siempre de "Spiderland", es un clásico, un hito insoslayable, eso no lo voy a negar ni en mis más alocados sueños. Pero, no por eso, deberíamos dejar de rescatar este primerizo "Tweez", donde los fabulosos cuatro de Lousville ya pulían sus armas más peligrosas en medio de insoportables contracturas rítmicas, chirriantes desarmonías matemáticas y una emotividad siempre quebrada y al borde del colapso total.


-Grotus "Slow motion apocalypse" (1993)
Imaginen algo así como toda la demencia y la sobrecarga sensorial del mejor Foetus condensada en canciones compactas, afines al gancho mugriento de unos Cop Shoot Cop, más el agregado de cierto toque hindú y una innegable identidad propia. Si con eso no les alcanza, sepan que esta gente venía con el aval de otros como Jello Biafra, Mike Patton y Devin Townsend.


-Stanford Prison Experiment “The gato hunch” (1995)
Algo así como el primo californiano y politizado de Quicksand. Y el hecho de que hayan puesto extractos de una charla de Noam Chomsky a modo de bonus track solo hace que los quiera un poco más.


-The Beekeepers “Third party, fear and theft” (1998)
Entre el Punk-Pop y el Power-Pop noventoso, estos británicos se las arreglaban para lograr momentos realmente emotivos en un marco de canciones siempre redondas.


-The No WTO Combo "Live from the Battle in Seattle" (2000)
Ok, esto sería el embrión de la Guantamo School Of Medicine que luego Jello Biafra lideraría hasta el día de hoy. Es más, aquí hacen su primera aparición dos de sus temas ("Electronic plantation" y "New feudalism"), junto con uno que Biafra grabara junto a D.O.A. ("Full metal jackoff"), un clásico de los Kennedys ("Let's lynch the landlord") y un largo discurso de Biafra referido a los eventos que llevaron a la mencionada "batalla en Seattle". Ah, junto al ex Dead Kennedys están Krist Novoselic ("de una banda a la que le fue bastante bien en los noventas pero que ahora no recuerdo su nombre", según palabras del mismo Biafra), Gina Mainwal (baterista de Sweet 75, el fallido proyecto post-Nirvana de Novoselic) y Kim Thayil de Soundgarden. Si con eso no les alcanza...no los entiendo.


-Churn “Twelve easy steps to Endsville” (2001)
Toman un poco de Brutal Truth, algo del Napalm Death más “experimental”, le suman unas cucharadas de Hardcore bien mala onda y, voilá, tienen un Churn listo para romper dientes en cualquier cena.


-Battle Of Mice "A day of nights" (2006)
No pasa tan seguido pero, a veces, un fugaz proyecto paralelo (piensen en Nailbomb y Temple Of The Dog como ejemplos de esto) termina dando a luz una obra considerada casi un pilar de su propia época y entorno musical. En efecto, este combo liderado por Julie Christmas (Made Out Of Babies) y Josh Graham (Neurosis, Red Sparowes, A Storm Of Light), no sólo le puso un punto final a cualquier tipo de competencia que pudiera haber en la categoría de "Sludge/Post-Metal con vocalistas femeninas y sexies" (lo siento, Amber Valentine, pero estuviste cerca), sino que encima nos legó una experiencia sensorial capaz de llevar la épica más atronadora e intensa de Neurosis a terrenos de desgarradora intimidad emocional. Tal vez el hecho de que Christmas y Graham estuvieran en medio de una conflictiva separación amorosa mientras concebían "A day of nights" (por no hablar de frases como " I lie to you every chance I get and I make it just close enough to the truth that you go for it every time" o " I remember all those sounds I used to make, so fake and loud", por sólo citar un par) sirva para comprender un poco más el denso y angustiante velo de dramatismo que recubre a cada una de estas siete mini-sinfonías de Metal moderno.


-The Draft “In a million pieces” (2006)
Mientras Chuck Ragan se tomaba un descanso de Hot Water Music, los tres músicos restantes se juntaban con Todd Rockhill (ex guitarrista de los geniales Discount) y seguían adelante con este disco que bien podría contarse en la discografía de Hot Water Music como uno de sus más gancheros. O sea, otra panzada de himnos Punks para corear con el puño en alto y la garganta destruida.

19 de abril de 2013

Reviews Express

Por Fernando Suarez.


-Heiress "Early frost" (2013)
Luego de un simple y un split con Narrows, finalmente llega el debut de la banda liderada por el casi legendario John Pettibone, ex vocalista en bandas como Undetow, Nineironspitfire, Himsa y Iamthethorn. Bien, sin perder la impronta de Metalcore oscuro y disonante que caracterizó a algunos de sus proyectos, aquí la cosa se acerca también a las enseñanzas de Neurosis, en términos de dinámicas y densidad general.


-Steel Pole Bath Tub “The miracle of sound in motion” (1993)
Si gente como Jello Biafra y Neurosis los tienen en alta estima, yo me siento obligado a prestar atención. Y, si encima se despachan con un personalísimo Noise-Rock teñido de colorida efervescencia sesentosa y adornado con samples dementes, entonces ya estoy incondicionalmente de su lado.


-The Amps “Pacer” (1995)
Mientras The Breeders se tomaban un parate obligado, a causa de los problemas de drogas de Kelley Deal, su hermana se mantenía activa con un fugaz proyecto que bien podría haber sido editado como sucesor de “Last splash” y nadie se hubiera qeujado.


-Avail “Over the James” (1998)
Sensibles y rudos al mismo tiempo, Avail elude las trampas de los rótulos genéricos a fuerza de personalidad, pasión, potencia y perfectos himnos Hardcore/Punk que pueden recordar tanto a Fugazi, Sick Of It All o Bad Religion como a ninguno de ellos.


-Idlewild "100 broken windows" (2000)
Hay muchos discos buenos en la discografía de estos escoceses pero éste, su segundo trabajo, sigue siendo mi preferido. Como un R.E.M. inflamado por la emotividad desgarrada y la desazón Punk de grupos como Hüsker Dü, Fugazi y Jawbreaker.


-Yeast “History equals fog” (2000)
¿Dischord en el Reino Unido? Es que este trío británico suena como transplantado directamente de la escena Post-Hardcore Washingtoniana, con claros lazos estilísticos con bandas como Fugazi, Jawbox o Bluetip (bueno, también hay algo de Slint por ahí pero eso me saca de Washington) pero sin ser copia de nadie.


-Canvas “Lost in rock” (2001)
A no confundir con los (lamentablemente disueltos) Mathcoreros argentinos, estos Canvas venían del Reino Unido y, casualmente, también se los podría enrolar en el Mathcore, aunque con una impronta claramente delirante, que los llevaba a experimentar con pasajes melódicos, enfermiza Psicodelia y ataques de puro ruido.


-Gridlock “Trace” (2001)
La propuesta de este dúo de San Francisco nació casi como una versión un tanto más ambiental de Skinny Puppy pero, con el correr de los discos, los elementos de la música Electrónica más nerdy (IDM, Glitch, Ambient) fueron ocupando un lugar prominente hasta lograr un híbrido más que interesante.


-Mara’akate “Mara’akate” (2003)
Sólo seis temas en poco más de diez minutos bastan para que estos tipos nos derritan el cerebro a puro Screamo caótico, disonante e intenso.


-Time In Malta “Alone with the alone” (2004)
Entiendo por qué mucha gente se asquea ante la sola mención de las palabras “Metalcore con melodía” pero, teniendo Time In Malta en sus filas a ex miembros de los legendarios Burn It Down, está claro que aquí no faltarán inventiva, intensidad, profundidad musical y buenas canciones.

12 de abril de 2013

Review: You’ve got Foetus on your breath "Deaf!" (1981)



Por Manuel Platino

Cuando James George Thirlwell llegó a Londres, hacia finales de los 70’s, luego de haber dado algunas vueltas por Australia y haber mamado los popes artísticos de su Melbourne natal, se encontró con un escenario bastante corrosivo: el post punk estaba en auge y las repercusiones de la No Wave Neoyorkina empezaban a sentirse en la música británica. Pero esto no fue suficiente para don JG. Habiendo estudiado arte en sus años adolescentes y habiéndose movido de una punta a la otra del mundo para hacer su música, don Thirlwell no se conformaba solo con robarle a Joy Division, tomar pastillas y luego suicidarse (aunque lo de las pastillas probablemente sea cierto). Empezó sello propio, el Self Immolation Records, unió fuerzas con Steven Stapleton trabajando en Nurse with Wound, William Bennet de Whitehouse en la infame y por desgracia efímera Come Organisation, y comenzó a grabar discos. Su primer trabajo bajo el nombre Foetus (y sus numerosas variantes), asomó su deforme cabeza al mundo allá por septiembre de 1981...

A esta altura del texto me pregunto, ¿qué estaba haciendo yo en 1981? Bueno, se nos había inundado Olavarría y andábamos en el auto de mi viejo sentados en cajones de verdura. Creo que en esa época estaba aprendiendo a multiplicar. Thirlwell tenía 21 años y estaba sacando su primer disco, el que sería un clásico de la música industrial/post-punk/no-wave/la-concha-de-tu-madre.

Pero bueno, sigamos. Esta esquizofrénica pieza musical del buen James George está hecha completamente con voz y sintetizadores. Eso si, nada de tecladitos pedorros a los Styx, de egos inflados a lo Fito Páez, ni eternos solos a lo Emerson, Lake & Palmer. No, nada de ello. Imagínese ud, sr./a lector/a si luego de una semana sin dormir ni comer, tomando solo pastillas y alcohol, en una habitación mugrienta de Londres rodeado de amplificadores y teclados, con distorsión y reverb en todos los canales de su consola se dispone a grabar un disco. Y encima de todo ello decide hacerlo en espásticas bases jazzeras / funkys (repito, esto está grabado solo con sintetizadores y voz), sobre capas y capas de voces, las mismas que ud. debería estar escuchando en su cabeza a esta altura luego de tan insalubre sesión de ruido y drogas en su cerebro. Y ud. se preguntará ¿esto es realmente escuchable o es el delirio drogado de un rockero enojado más en este mundo? ¿Cuán diferente es este escenario del que tenía Alan Vega y su Suicide? Pues bueno, empecemos por el hecho de que las estructuras de las canciones rebozan de riqueza sonora, gancho y hasta armonías en las voces, mientras que los samples y los experimentos ruidísticos están perfectamente colocados en función de la demente coherencia del disco. Como para darnos una idea, si ud. piensa en Mike Patton hoy en día, se imagina una gran variedad de estilos, técnicas vocales y de producción en canciones que van de un lugar a otro al menos veinte veces antes de que termine el último acorde. Bueno, ahora lleve esta idea a un chico hiperactivo de 21 años viviendo en Londres, quien recién empieza a dar su pasos en la música y que estuvo mamando las enseñanzas de tipos como Stapleton y Bennet antes de siquiera grabar su primer disco. Este muchacho no dispone de demasiados recursos técnicos pero si tiene bien en claro las ideas en su cabeza y tiene la voluntad de llevarlas a cabo con criterio y explotando al máximo los conocimientos de producción (ya sean precarios o no) que dispone en su momento. Y no sólo lo hace sino que edita eso en su propio sello discográfico en tiradas limitadas.
Es cierto que estamos frente a un músico que marcó el camino, en momentos en los que ser sarcástico, psicótico o tener un sentido del humor (cáustico y retorcido pero humor al fin) era algo inconcebible en la música por aquel entonces “cool”. La autogestión musical era algo que recién estaba viendo la luz en New York (de hecho el tema de apertura del disco “New York or Bust!” arroja algo de luz a lo que sería el futuro del bueno de James)... para JG Thirlwell el cielo era el límite. Y así fue.

Hoy en día Thirlwell es un compositor reconocido de New York que ha pasado por todas las escenas vanguardistas de aquella ciudad, ha crecido enormemente como músico y ha explorado estilos musicales que van del noise industrial a las big bands. Mejor no pudo haber seguido esta historia.
Por muchos años, discos y variaciones de nombres con la palabra Foetus más. Salud a vos James.

3 de abril de 2013

Reviews Express

Por Fernando Suarez.



-KEN Mode "Entrench" (2013)
Lo de estos canadienses se pone cada vez más interesante y personal. Noise-Rock rabioso, angular y con el toque justo de Post-Hardcore y Sludge como para aportar cierta variedad. Y unos riffs de la concha de su madre.


-Portal "Vexovoid" (2013)
Los australianos más dementes llegan a su cuarto disco con la brutalidad surrealista intacta y una inédita claridad sonora. Y vuelven a confirmar que son una de las mejores cosas que le pasó al Metal extremo en general en los últimos años.


-San Angelus “Soon we’ll all be ghosts” (2013)
Si con Aeges no les bastó, he aquí otro supergrupo (miembros de Pelican, Sparkmarker, Shift, Undertow y los mencionados Aeges) reviviendo con altísimo nivel el Post-Hardcore de los noventas con claros guiños a Quicksand, Hum y Failure.


-Caspar Brötzmann & Peter Brötzmann "Last home" (1990)
Padre e hijo (saxofonista y guitarrista, respectivamente) se trenzan en colosal y cáustico combate Free-Jazzero, uniendo dos generaciones de vanguardia quilombera.


-Lawnmower Deth “Billy” (1993)
Durante sus primeros años fueron algo así como los bufones del Thrash/Crossover (o los Birror ingleses de principios de los noventas)pero, para este tercer y último álbum, mutaron a un Hardcore/Punk melódico (imaginen unos Bad Religion descerebrados y alcoholizados) que, de cierta forma, calzaba aún mejor con las intenciones divertidas de estos británicos.


-Warrior Soul “Chill pill” (1993)
Realmente, no hay nada aquí que justifique el escarnio del que este disco ha sido víctima, incluso por parte de los propios integrantes de Warrior Soul. Está bien, es un trabajo abiertamente psicodélico (el rumor es que el grupo lo ideó intencionalmente inaccesible para zafarse del contrato discográfico con Geffen) y, como tal, queda como una rareza dentro de la discografía de Kory Clarke y compañía pero el nervio Hard-Rockero se mantiene firme y las canciones no están nada mal.


-A.C. Acoustics “Able treasury” (1994)
Ok, en los noventas debía haber quinientos millones de bandas que sonaban como una cruza entre Sonic Youth, Dinosaur Jr y Pavement pero eso no es motivo suficiente para despreciar lo que estos (curiosamente británicos) muchachos tenían para ofrecernos.


-Cars Get Crushed “Blue and west” (1996)
Antes de volcarse definitivamente a terrenos más Psicodélicos/Espaciales, este cuarteto oriundo de Berkeley nos presentaba una muy particular cruza de melódica sensibilidad Indie-Emo, angularidad Math-rockera, nerdismo Post-Hardcore y dinámicas casi Post-rockeras.


-Pansy Division “Absurd Pop song romance” (1998)
Sin perder sus elementos característicos (letras de amor y sexo homosexual, gancherísimas melodías Pop, empuje y desfachatez Punk), Pansy Division se lanzaba en este cuarto disco (sin contar compilados ni ep’s) a experimentar con mayores variantes rítmicas y una impronta más bien introspectiva. Y, encima, grabado por Steve Albini. Así sí que dan ganas de chuparse unas buenas pijas.


-Waifle “And the blood will come down like a curtain” (2000)
Es una pena que éste ep de cuatro temas haya sido la despedida discográfica de Waifle, porque la maduración que exponían en su particular aproximación al Screamo (con un tono sumamente oscuro, una intensidad desgarradora y hasta cierto dejo de mugre Crust) dejaba la puerta abierta para grandes cosas.