Por Fernando Suarez.
-Anchor "The quiet dance & Relations of violence" (2013)
Reedición conjunta (a cargo del sello vernáculo Vegan Records) del primer disco y un posterior ep de estos recientes vistantes suecos. Hardcore de corazón noventoso pero con sonido e impronta actuales, y cargado de una potencia inclaudicable.
-Voivod "Target earth" (2013)
Debo admitir que mi fanatismo por los candienses me generaba sensaciones ambivalentes: por un lado la alegría de que siguieran activos y creando nueva música, por el otro el miedo a que un Voivod sin Piggy fuese poco más que una cáscara vacía. Bueno, "Target earth" pone fin a mis preocupaciones con un nivel excepcional y una panzada de esos riffs deformes que los amantes del clásico "Dimension Hätross" sabrán apreciar.
-Deep Throat “Version 3.0” (1993)
Amantes del Rock Industrial de principios de los noventas (KMFDM a la cabeza), las drogas duras y el sexo sucio, he aquí una buena banda sonora para sus actividades nocturnas.
-For Squirrels “Example” (1995)
Primero, la historia golpebajera: al poco tiempo de la edición de éste disco, los miembros del grupo sufrieron un accidente automovilístico que causó la muerte de su cantante, su bajista y su tour manager. Más allá de eso (porque, en definitiva, estar muerto no garantiza talento alguno), lo que aquí tenemos es una buena colección de canciones paradas en algún lugar entre R.E.M. y el Grunge Nirvanesco.
-Sparkmarker “500wattburneratseven” (1997)
Los pioneros del Post-Hardcore canadiense de principios de los noventas se despedían con este disco donde dejaban en claro su amor por Quicksand, Jawbox y afines. Y eso es un elogio.
-Isotope 217 “Who stole the I walkman?” (2000)
Tratándose de un proyecto que cuenta en su seno con integrantes de Tortoise, es de esperar que las comparaciones con dicha banda sean casi de rigor. Pero, más allá de las obvias similitudes con esa marca registrada de Post-Rock Jazzero/Electrónico/Progresivo, lo de Isotope 217 (al menos en este tercer disco) va por carriles aún más experimentales y deformes, por momentos amplificando las influencias del Free-Jazz.
-Travoltas “Teenbeat” (2000)
Alguien (ya no recuerdo quién) dijo alguna vez algo así como que los Travoltas eran el puente perfecto entre Beach Boys, Ramones y Weezer. Y, la verdad, a la hora de describir el tercer disco (en otros trabajos han explorados aristas un tanto diferentes, aunque siempre dentro de un marco afín) de estos holandeses no se me ocurre una mejor definición, así que ni siquiera lo intento.
-Bellvue “To be somebody” (2001)
Para los seguidores de D-Generation (bueno, alguno debe haber), he aquí la banda que su cantante Jesse Malin lideró fugazmente tras su disolución. La cosa, se podría decir, sigue en la línea más bien oscura de “Through the darkness”, aunque con bordes un tanto más rasposos.
-Season To Risk “The shattering” (2001)
En el que sería su último disco, este cuarteto oriundo de Kansas culminaba doce años de carrera exponiendo una notable evolución. A su viejo amor por el Noise-Rock más opresivo y angular (The Jesus Lizard a la cabeza), sumaban importantes cuotas de melodía que los acercaban al Post-Hardcore (Jawbox sería una buena referencia) y hasta ciertos jugueteos casi Industriales, dando como resultado un sonido personal, intenso e inteligente al mismo tiempo.
-Sick Terror “Eu me vendo por bem menos do que você imagina” (2004)
Uno de los mejores discos extremo paridos de Latinoamérica en las últimas décadas. Estos oriundos de São Paulo, Brasil, estallaban sin respiro en una caótica melange Crust/Grind/Powerviolence que, por momentos, podía recordar (al menos en espíritu) a lo más logrado de Pig Destroyer.
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