Por Fernando Suarez.
-Brokeback “Brokeback and the black rock” (2013)
Doug McCombs (miembro de Tortoise, Eleventh Dream Day, The For Carnation y Pullman, entre otros grupos), retoma este proyecto a diez años de su anterior disco, “Looks at the bird”. El resultado es algo similar al Earth de los últimos años pero con una impronta más luminosa y Jazzera, y hasta con alguna que otra brisa Bossanovesca soplando por allí.
-My Bloody Valentine “m b v” (2013)
Como era de esperar, el regreso de Kevin Shields y compañía, tras veintidós años de la edición del magistral “Loveless”, no llega al nivel de dicho clásico pero tampoco se trata de material descartable. Todavía sirve, todavía sirve.
-Pitchfork “Eucalyptus” (1990)
Antes de Drive Like Jehu, Rick Froberg y John Reis ya desplegaban su gusto por el Post-Hardcore Fugaziesco en esta seminal banda. Todavía sin la complejidad que caracterizaría a Drive Like Jehu pero con un dejo nada despreciable de crudeza emotiva a la Hüsker Dü.
-Skin Chamber “Trial” (1993)
El proyecto con el que Paul Lemos y Chris Moriarty (ambos miembros de los legendarios Controlled Bleeding) acercaban su pasión por el ruido Industrial al Metal extremo. Y sí, sonaban muuuuy a la Godflesh.
-Porch “Porch” (1994)
Hola, soy Todd Huth, tal vez me recuerden de bandas como Sausage, Les Claypool’s Frog Brigade o los primeros años de Primus. Hoy les traigo a Porch, este proyecto en el que el líder soy yo (maldito Claypool...aunque el disco me lo editó él en su sello Prawn Song Records) y, en él, doy rienda suelta a mi amor por el Noise-Rock de principios de los noventas (The Jesus Lizard y Unsane a la cabeza), sin por ello olvidar cierto toque melódico/piscodélico que algunos podrán asociar al Grunge.
-John Zorn “Xu Feng” (2000)
Es bien sabido que la discografía de John Zorn es abultada (je) y ecléctica hasta el paroxismo pero, para quienes preferimos, por lo general, su faceta más extrema, agresiva y Rockera (Naked City y lo hecho con el Moonchild Trio serían buenos ejemplos), esta sesión (parte de sus famosas improvisaciones dirigidas como un juego de cartas) es sencillamente imprescindible. Y lo que hace el inmenso Dave Lombardo con su batería es para pegarse un tiro en la concha de puro placer.
-The Story So Far “When fortune smiled” (2000)
A pesar de contar en sus filas con miembros de bandas como 88 Fingers Louie o Tomorrows Gone, la propuesta que este quinteto oriundo de Chicago (no confundir con el grupo californiano de mismo nombre) desplegaba en este, su único trabajo discográfico, no estaba cercana al Hardcore melódico, sino a una suerte de Emo/Punk/Post-Hardcore crudo afín a los primeros discos de exponentes como Samiam, Jawbreaker, Avail o Hot Water Music.
-Anodyne “Lifetime of gray skies” (2004)
En treinta y tres minutos de pura asfixia musical, este trío bostoniano/neoyorquino tendía un peligroso y oscuro puente entre la agresión fracturada del Mathcore (piensen en bandas como Kiss It Goodbye o Playing Enemy pero con una dosis extra de merca), el nihilismo del Noise-Rock (se nota que escucharon sus viejos discos de Swans y Last Exit) y el caos del Free-Jazz. Mención especial para una guitarra (a cargo del también vocalista, Mike Hill, futuro líder de Tombs) que SÓLO toca cosas disonantes y para un baterista (Joel Stallings, futuro integrante de Defeatist) que no para ni por un segundo de repartir golpes como si la vida le fuera en ello.
-Aveo “Battery” (2004)
Un trío de Seattle que poco y nada tenía que ver con el Grunge (más allá de una inevitable sensación de melancolía y tristeza infinita), Aveo llegaba este segundo disco sonando casi como una versión Indie-Rock de The Cure con un cantante que, en más de una ocasión, recordaba al Craig Wedren (Shudder To Think) más dulce.
-Seein’ Red “This Cd kills fascists” (2004)
Seein’ Red surgió a fines de los ochentas, tras la disolución de los legendarios Lärm, pioneros holandeses en terrenos Grind/Crust/Powerviolence. Sus primeros pasos se acercaban más a una especie de Post-Hardcore primitivo (piensen en Soul Side, Fuel o el primer Fugazi) pero luego volvieron a tomar velocidad, logrando una muy personal cruza de Hardcore y Powerviolence condimentada con ciertos rebusques de sus años experimentales.
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