Por Fernando Suarez.
-Gobblehoof “Freezerburn” (1992)
Se tomó su tiempo pero, luego de la disolución de los legendarios Deep Wound (seminal banda del Hardcore bostoniano donde tocaban unos tales J Mascis y Lou Barlow), el cantante Charlie Nakajima finalmente presentaba su nueva banda, casualmente con el mismo Mascis como productor y ocasional baterista. Lejos de la velocidad de su anterior banda y del “Ear-Bleeding Country” de Dinosaur Jr, lo de Gobblehoof se iba al lado más pesado, siniestro y Sabbathero del Grunge, con la voz de Nakajima recordando a una especie de versión Punk de Alice Cooper.
-Course Of Empire “Initiation” (1994)
Imaginen una especie de híbrido un tanto más melódico entre el Killing Joke de principios de los ochentas y el Ministry de principios de los noventas. A eso, súmenle la amplitud de miras y la elaboración demente de gente como Foetus, Jane’s Addiction, Sonic Youth o el Faith No More de “Angel Dust”. Condimenten con un doble ataque de batería a la Melvins (pero unos años antes) y cierta paranoia política a la Dead Kennedys, y aún así no es suficiente para describir con justicia lo hecho por estos texanos en esta monumental obra maestra.
-Flop “World of today” (1995)
En este tercer y último disco, estos cuatro muchachos de Seattle prácticamente escribían el catálogo perfecto y arquetípico de Power-Pop para la generación Grunge: pegajosas melodías Beatlescas cantadas con voz desprolija pero entrañable, sobre sucias guitarras fuzzeadas y excitantes ritmos Punks.
-Shades Apart “Save it” (1995)
Fugazi y Descendents (casualmente, aquí aparecen Bill Stevenson y Stephen Egerton como productores) tuvieron un hermoso crío en New Jersey. No, en serio, la voz del cantante es tan parecida a la de Milo que asusta.
-White Zombie “Astro creep: 2000 – Songs of love, destruction and other synthetic delusions of the electric head” (1995)
En un rincón, tenemos a los modernos (por así llamarlos), representados por Ministry, Butthole Surfers, Melvins y Prong. En el otro, están los clásicos, con Kiss, Alice Cooper y Black Sabbath a la cabeza. Como árbitros, tenemos a tres ilustres del Horror y la Cultura Basura en la figura de The Cramps, Misfits y My Life With The Thrill Kill Kult; y, organizando la pelea, al mismísimo Russ Meyer. ¿Entienden a dónde quiero llegar? Bueno, entonces lo dejo ahí.
-Edison “Picture postcard” (1997)
Post-Hardcore de alto octanaje emotivo y melódico, en la vena de grupos como Jawbox, Bluetip o Garrison. Lo cual no es tan extraño si tenemos en cuenta que el inmenso J. Robbins está a cargo de la producción del disco.
-Hovercraft “Experiment below” (1998)
Los más enterados sabrán que Hovercraft fue un proyecto que Eddie Vedder (aquí bajo el seudónimo de Jerome 230 y oficiando como baterista) compartió junto a su esposa, la bajista Beth Liebling, y el guitarrista Ryan Campbell. Bien, no esperen nada, ni por asomo, similar a Pearl Jam o el Grunge en general. Esto es una especie de Space-Noise-Rock instrumental con altas cuotas de improvisación, más afín a las horas más experimentales de Sonic Youth o a unos Can más corrosivos.
-Discount “Crash diagnostic” (2000)
Para su tercer y último disco, este cuarteto de Florida condimenta su habitual Punk-Pop de alto octanaje emotivo con algunas que otras volteretas típicamente Fugaziescas, sin por ello perder el gancho y la sensibilidad que lo caracteriza. Y todo eso coronado por la siempre vigorosa y conmovedora voz de Alison Mosshart, que pone la piel de gallina con cada línea.
-Prosthetic Cunt “Fucking your daughter with a frozen vomit fuck stick” (2000)
Entre el nombre del grupo, el título del disco y el dato de que aquí hay gente que hizo de las suyas en Mortician y Agoraphobic Nosebleed, ya se podrán imaginar que la mano viene cargadita. Cyber-Grind depravado, revulsivo e ideal para reventar neuronas a la velocidad de la luz.
-Fred Drake “Twice shy” (2001)
Más allá de sus pergaminos recogidos junto a gente como Kyuss, Queens Of The Stone Age, Earthlings?, Masters Of Reality, Mark Lanegan o Dave Grohl (notarán cierta afinidad entre esos nombres), el tristemente desaparecido Fred Drake nos mostraba una cara solista volcada a una suerte de Folk reposado, melancólico y con ciertos aires de sofisticación ambiental a la Brian Eno.
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