Por Fernando Suarez.
-Aluk Todolo “Occult rock” (2012)
Este trío instrumental (es increíble cómo se puede hacer tanto quilombo sólo con guitarra, bajo y batería) franchute no toma prisioneros y se despacha con un disco doble en el que despliega su forma única de combinar Kraut-Rock, volada Psicodelia, jodido Noise-Rock y el espíritu más siniestro del Black Metal. Un viaje difícil de digerir pero que vale la pena experimentar.
-Bob Mould “Silver age” (2012)
Cierren el año, tenemos un ganador.
-Eagle Twin “The feather tipped the serpent’s scale” (2012)
Superando con amplitud a su álbum debut (“The unkindness of crows”, editado en 2009), este dúo liderado por Gentry Densley (ex Iceburn y colaborador de Greg Anderson en el proyecto Ascend) nos ayuda a imaginar cómo sonarían los Melvins si los pasaran por la densidad mística de Sleep.
-Murder Construct “Results” (2012)
Luego de un auspicioso ep homónimo, llega el larga duración (bueno, casi media hora) debut de este auténtico supergrupo Grindcore, con miembros de Cattle Decapitation, Exhumed, Impaled, Intronaut, Phobia, Uphill Battle y Bad Acid Trip, entre otros. Once temas sin demasiadas novedades (más allá de alguna que otra breve trasgresión genérica, como ese tono exótico al final del disco) pero con la polenta y el amor por Napalm Death bien puestos.
-Nü Sensae “Sundowning” (2012)
El hecho de haber sumado un guitarrista (antes la formación era batería y bajo/voz) para este segundo disco no hizo que estos canadienses perdieran su gusto por Bikini Kill, Free Kitten, Babes In Toyland y, principalmente, el Sonic Youth más Punky, crudo y agresivo.
-Shores “Leavening” (2012)
Aunque la influencia de grupos como Low o Codeine sea clara en este tercer disco (bueno, en los anteriores también) de Shores, no me gustaría usar términos como Slowcore o Indie-Rock para describirlos. Es que estas canciones tienen demasiado peso emocional y logran una intensidad (sin que esto signifique subir los decibeles ni nada por el estilo) que, comúnmente, no asociaríamos con dichos géneros. Música para sentir, aunque duela.
-The Chariot “One wing” (2012)
Epa, el Mathcore puede seguir experimentando con formas y sonoridades no exploradas con anterioridad. Y todo ello sin bajar ni por un segundo el nivel de intensidad. Una agradable sorpresa.
-Title Fight “Floral green” (2012)
Los chicos maduran, lo cual es bueno. Y, cuando maduran, se acercan notablemente al sonido de Hot Water Music, lo cual es aún mejor.
-Toundra “III” (2012)
En su tercer disco, estos madrileños siguen afianzando su personalidad dentro de un género difícil (por la cantidad de exponentes similares) como lo es el Post-Rock. El truco parece estar en endurecer la propuesta, logrando algo así como una reconciliación entre Pelican y el Mogwai más guitarrero.
-Vision Of Disorder “The cursed remain cursed” (2012)
Regreso triunfal de uno de los mejores y no siempre debidamente apreciados exponentes del Hardcore metálico de los noventas. Los neoyorquinos nos traen once nuevas canciones que rescatan el espíritu indomable, rabioso y altamente creativo de aquel clásico “Imprint” de 1998.
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