Por Manuel Platino
- Abolition of Impediment “Disintegration of Reality” (2012)
Abolition of Impediment nos trae un excelente plato del mas rebuscado y brutal death metal, de aquel que iniciaran Cannibal Corpse, Morbid Angel y aledaños. Está bien, usted pensará sr./a lector/a que esto ya ha sido hecho miles de millones de veces una y otra vez por millones y millones de bandas que canalizaron su frustración sexual en letras sobre violar, desmembrar, descuartizar y canibalizar mujeres, sin consideración del orden en que se realicen estas acciones, arrancarles sus tripas y ofrecerlas en sacrificio para Azathoth, el dios ciego e idiota, en rituales recitados en arameo. Pero no. Nada más alejado de la realidad.
Por suerte este trío de Buenos Aires ya ha pasado las barreras de lo cliché en el death metal y está planteando el género desde un punto de vista mucho más refrescante. Es cierto que la música es extremadamente técnica y rebuscada, pero los recursos de los que se vale el guitarrista Gabriel para desplegar sus melodías son altamente novedosos. O digamos que si escuchaste Mitochondrion, Flourishing, Ulcerate, Portal o Virulence creo que estaríamos más cerca del estilo de los riffs y arpegios de Gabriel que los ya mencionados Cannibal Corpse o Morbid Angel. Está bien, la música de este EP no pretende saltarse de los estándares establecidos para el género, pero por suerte y si prestamos atención, se puede notar una cierta voluntad de torcer las rígidas reglas establecidas en tan rígido estilo de música. En particular los riffs de guitarra suenan con mucho más claridad que en el típico sonido low end del brutal death metal, permitiéndose juegos con ciertas disonancias y armonías muy perturbadoras y hasta algunos arreglos de contrapunto (que a veces también incluyen al bajo) los cuales abren el panorama en las canciones hacia nuevos horizontes. La batería, aunque programada, suena bastante orgánica, excepto por momentos en los platillos, y marca la pauta de todos los temas, haciendo de apoyo a los riffs con precisión milimétrica. Y es allí donde también la inventiva del trío aparece nuevamente en juego, ya que las estructuras no siguen patrones para nada convencionales de blast beats, slams, breakdowns y todas esas estúpidas denominaciones que existen hoy en día para acotar al género. Ni que hablar de las voces del gran Virulo, amigo de la casa y motociclista suicida en el círculo de la muerte: es un constante rugido demoníaco en el oído que te carcome la razón con cada alarido.
Podés conseguir este altamente recomendado EP debut a través del sello Witness Hell de Walter Barrionuevo, bajista de Prion y amante del death metal en general, o podés escucharlo directamente en su página de facebook o myspace
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