Porque lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y lo malo, si breve, se termina antes.
Por Fernando Suarez.
-Æges “The bridge” (2012)
Miembros de Pelican, Undertow, 16, Cutthroats 9 y Shift se juntan para rendir homenaje al Post-Hardcore más muscular y riffero (aunque no por eso menos melódico) de los noventas, en especial nombres como Hum, Quicksand, Failure o Handsome. El resultado final, aún sin ser demasiado original, es una buena patada en los dientes que recuerda tanto a las bandas mencionadas (con una vuelta de tuerca más actual, claro, en especial en lo que hace a la gordura del sonido en general y de las guitarras en particular) como a ciertos momentos de Torche o Helms Alee.
-All The Saints “Intro to Fractions” (2012)
Alguien alguna vez los definió como “una cruza entre Black Sabbath y My Bloody Valentine” y, la verdad, no estaba tan equivocado. Digamos que se puede agregar algo del mejor Jane’s Addiction a esa mezcla y ciertas gotas de añeja Psicodelia que no desentonarían en un grupo como The Black Angels, por poner un ejemplo. El resultado mantiene la personalidad y la inventiva, aunque tal vez pierda algo de la contundencia que mostraban en su genial debut, “Fire on corridor X”, de 2008.
-Cheap Girls “Giant orange” (2012)
Oh sí, Power-Pop noventero, ven a mí. Guitarras filosas, empuje casi Punk pero sin perder el control y unas melodías que hacen que se me caigan los calzones de pura dicha. Si cuentan a grupos como Smoking Popes, Superchunk, Buffalo Tom o Lemonheads entre sus preferencias, no pueden dejar pasar esta maravilla. Ojo, que ya es el tercer disco de estas Chicas Baratas.
-Disappears “Pre language” (2012)
Esto podría ser el sueño húmedo de cualquier hipster (y quien se crea libre de pecado que no me haga reír porque no le creo nada de nada): el oscuro nerviosismo Post-Punk de The Fall, el Pop desganado y ruidoso de The Jesus & Mary Chain, las hipnóticas repeticiones del Kraut-Rock, la Psicodelia moderna y densa de The Black Angels y el reclutamiento (a partir de este tercer disco) de Steve Shelley (ya saben, el de Sonic Youth) tras los parches. Prejuicios por doquier, claro que sí. Aún así, debo admitir que el resultado final no es nada despreciable y el cuarteto logra expresar sus intenciones con inédita contundencia e innegable creatividad. Si las referencias mencionadas son de su agrado, he aquí una excelente excusa para flirtear con el universo hipster y no sentirse (demasiado) culpable.
-Killing Joke “MMXII” (2012)
¿Qué les tengo que explicar? Es un disco nuevo de Killing Joke y eso siempre (pero SIEMPRE) está muy bien.
-Lee Ranaldo “Between the times and the tides” (2012)
Olvídense de los bodrios de Thurston Moore y su irritante vocesita desganada, el otro pilar guitarrístico de Sonic Youth se despacha con una panzada de excelentes CANCIONES (a ver si entendemos la diferencia) que pueden remitir tanto a una suerte de R.E.M. más sofisticado, como a una revisión más Popera y sesentosa de creaciones propias tales como “Wish fulfillment” o “Mote”.
-Luik “Owls” (2012)
Cuatro holandeses que inundan el aire de absoluta belleza melancólica, una suavidad evocadora y tormentosa en su calmado andar. Se lo puede llamar Slowcore, se pueden trazar comparaciones con Low o el Codeine más profundo y sosegado pero, en definitiva, estamos hablando de lo que sucede cuando el Rock más sensible es despojado de todo artificio y presentado con una desnudez minimalista que obnubila los sentidos y lleva la mente a introspectivos paseos espirituales. Para un álbum debut, es más que recomendable.
-Matt Pryor “May day” (2012)
Segunda excursión en solitario del líder (o, al menos, la cara más visible) de The Get Up Kids y The New Amsterdams. Siguiendo la línea del previo “Confidence man” (editado en 2008), aquí tenemos doce canciones acústicas de marcado tono Folk y capaces de derretir las corazas más resistentes con sus conmovedoras melodías.
-The Jealous Sound “A gentle reminder” (2012)
Tras nueve años de silencio discográfico (desde aquel delicioso debut que fuera “Kill them with kindness”), vuelve el gran seleccionado de nerds sensibles con diez nuevas piezas que rozan la perfección absoluta. Si bien las conexiones directas con bandas como Knapsack, Sunny Day Real Estate, Foo Fighters, Jawbox o Shudder To Think, entre otras, son suficiente para despertar la inmediata atención de quién les escribe, “A gentle reminder” no es un disco hecho de pergaminos, sino de grandes y emotivas canciones. ¿Unos Minus The Bear que olvidan las matemáticas Kingcrimsonianas y se concentran en la más certera sensibilidad Pop? ¿Unos Jawbox relajados, casi tiernos, y con más ensueño que disonancia en sus guitarras? ¿Unos Sunny Day Real Estate maduros, aplomados y capaces de lograr intensidad sin necesidad de exageraciones melodramáticas? Básicamente, se trata de ese Emo/Indie que tantas alegrías (por así llamarlas) nos trajo entre mediados y fines de los noventas y que, cuando está hecho con semejante clase y honestidad, sigue conmoviendo hasta remover las entrañas a fuerza de melodías tan hermosas que duelen. Ah, sí, es mi candidato a disco del año.
-Torche “Harmonicraft” (2012)
Como corresponde, Torche se sigue superando, aunque sin alejarse tanto de las premisas planteadas en su obra maestra de 2008, “Meanderthal”. Mantienen sus bases casi Melvinescas (tanto en términos de densidad guitarrística como en la complejidad que le imprimen a sus rítmicas) pero el foco está puesto con mayor intensidad en las preciosas melodías vocales de Steve Brooks, cada vez más gancheras y coloridas. Por mí, mientras mantengan este nivel compositivo, que saquen el mismo disco todos los años.
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