Review: Bloody Panda "Summon: Invocation" (2011)

-Bloody Panda “Summon: Invocation” (2011)

“Para mi los remixes deben ser distintos a los originales” decía Garm en respuesta a las criticas recibidas por el disco de remixes de Ulver lanzado en 2003, debido a la naturaleza casi irreconocible de los temas intervenidos.
En ese sentido, pareciera que la banda liderada por la cantante japonesa Yoshiko Ohara está en igual sintonía con los noruegos o en caminos similares.
Para los que nos deleitamos con aquella pieza de épica y claustrofóbica enfermedad llamada “Summon”, en esta ocasión nos doblaremos de dolor, vomitaremos y hasta colgaremos (momentáneamente) nuestras negras sotanas ante esta hora y veintiocho minutos de profanaciones sonoras (en el buen sentido).
El segundo disco de los neoyorkinos es manoseado, aplastado, destripado y mutilado por figuras destacables de la talla de Portal, Jarboe, Nadja, Toby Driver (Maudlin of the Well/Kayo Dot), Jessika Kinney (ex Asva y eventual colaboradora de Wolves in the Throne Room y Mike Patton), Mick Barr (Orthrelm, The Flying Luttenbachers, Krallice, Ocrilim, Octis y vaya uno a saber cuántas cosas más), G. Stuart Dahlquist (Burning Witch, Sunn 0))), Goatsnake, Asva) y Edgy 59 (Burning Witch), entre otros personajes (inclusive la propia Yoshiko), llevando la cosa inevitablemente por los caminos más bizarros, retorcidos y experimentales posibles.
En ese sentido, nos topamos tanto con versiones que van desde el Ambient y el Noise a la electrónica más abstracta, como las que respetan más la idea de una intervención no tan radical.
De todos modos, podemos encontrar algunos elementos característicos del panda sangriento que aún siguen siendo predominantes: Los climas opresivos, las ambientaciones entre majestuosas e oscuras y la personal voz de Ohara (siempre entre delicadas líneas vocales y espasmos que harían ver a Yoko Ono como una amateur sin sustancia).
Los que esperan una majestuosa oda a la agonía diaria tendrán que esperar para más adelante y los que estén abiertos al costado más experimental y arriesgado de los Bloody Panda (como de la música en general), podrán disfrutar de este disco sin ningún prejuicio.

Review escrita por Mariano Lastiri.