Por Fernando Suarez.
-Flourishing “The sum of all fossils” (2011)
Si un grupo viene precedido por conexiones directas con Wetnurse (una de las propuestas más originales y dementes que nos dio el Metal extremo en los últimos años), entonces es de esperar que la cosa se ponga retorcida y difícil. Si notamos que ese mismo grupo cita entre sus influencias a luminarias como Dim Mak, Righteous Pigs, Godflesh, Deadguy, Killing Joke, Immolation, Hüsker Dü y Swans, ya no sabemos qué pensar. Es sólo cuestión de poner play y descubrir que, aunque parezca imposible, este trío neoyorquino logró dar vida a una criatura musical donde conviven esas referencias en armonía casi perfecta. Por supuesto, la fundación sigue estando en el Metal extremo, el bajo suena gordo y putrefacto, la guitarra lacera la piel con disonantes y laberínticas excelencias rifferas, la batería repiquetea alocada y se repliega en opresivos rebajes según se lo requiera, y la voz se basa, principalmente, en diversos gruñidos y alaridos. De cierta forma, se puede encontrar alguna que otra similitud con exponentes actuales de esa suerte de Death Metal lisérgico que comienza a abundar en la actualidad, con nombres como Ulcerate, Portal, Gigan, Mitochondrion o Baring Teeth como ejemplos más destacados. Pero hay dos puntos claros en los que Flourishing se distingue de sus pares. El primero es el clima casi Industrial que se respira en estas ocho composiciones, esa particular combinación de agresivo empuje y riffeo Deathmetalero con disonancias, arreglos e impronta apocalíptica muy afín a aquellos primeros trabajos discográficos de Godflesh. El segundo es el empleo de melodías de tono casi emotivo (en el terreno instrumental, las voces se mantienen dentro del marco de la rispidez) en escogidos pasajes, algo que podría hundirlos en el ridículo absoluto (como suele suceder con los grupos extremos que prueban ese tipo de variantes sin demasiada profundidad musical) pero que termina por dotar al material de un cierto calor humano que complementa sin fallas el enfermizo despliegue técnico de los músicos y el tenso sadismo de sus composiciones. En fin, no se trata de música fácil de definir ni encasillar (cada escucha descubre nuevos detalles y recovecos plagados de sórdida imaginación musical) pero, aún así, está entregada con objetivos bien claros, sin grumos que le resten elegancia o intensidad al producto final. Tal vez sea demasiado pronto para asegurarlo pero me da la impresión de que por este lado se viene la vanguardia más interesante del Metal extremo contemporáneo. Así que, aprovechen a disfrutarla ahora que está aún fresca, antes de que se llene de clones sin ideas propias.
0 invocaciones del cosmos:
Publicar un comentario