Por Fernando Suarez.
-Nohari “Fuck your scene” (2011)
Evidentemente, a J. Randall (integrante de Agoraphobic Nosebleed y propietario del sello Grindcore Karaoke) no le preocupa en lo más mínimo nuestra salud mental y auditiva. Mejor dicho, le preocupa especialmente perturbarlas y herirlas a ambas. Su emprendimiento discográfico digital y gratuito sigue lanzando gemas ocultas del extremismo actual y, entre ellas, encontramos a este trío concebido, originalmente, como un proyecto estrictamente online. A pesar de este hecho, la propuesta de Nohari no suena digital o fría, sino más bien como la descarga de adrenalina propia de un grupo de jóvenes con una clara pasión por el Grindcore, el Powerviolence, el Sludge, el Hardcore y la violencia musical en general, apaleando sus instrumentos en un sótano polvoriento y retorciéndose hasta que la última gota de sudor haya tocado el suelo. En sí, el estilo de la banda no es muy fácil de encasillar o definir. Parten de una base clara de Grindcore, con sus blast-beats, sus gruñidos y su histérica pudrición, pero se animan a riffs un tanto más enroscados, variantes rítmicas (a veces más trabadas, a veces más Punkys, a veces más densas y aplastantes), arreglos disonantes, pasajes bordeando el Death Metal y un sonido general bastante extraño y climático, que balancea suciedad y claridad de forma muy particular. “Fuck your scene” (un título que describe bastante bien el espíritu de esta gente) nos presenta seis temas en poco más de doce minutos y sirve como auspicioso entremés mientras cruzamos los dedos esperando material más desarrollado.
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