Por Fernando Suarez.
-Morbid Angel “Illud divinum insanus” (2011)
Bueno, es mejor decirlo de entrada: fans acérrimos del Morbid Angel de siempre, prepárense para una auténtica sorpresa. Si pensaban que la vuelta del legendario vocalista/bajista David Vincent iba a traer de vuelta las glorias Deathmetaleras del pasado, tal vez tendrían que haber reflexionado sobre el hecho de que el mismo Vincent participó (durante su alejamiento de Morbid Angel) del combo Industrial-Rockero-Sadomasoquista Genitorturers, liderado por su esposa Gen. Luego de la misteriosa (y algo anodina) introducción de “Omni potens”, llega “Too Extreme!” y ya quedan claras las diferencias. ¿Alguna vez imaginaron a Morbid Angel con beats electrónicos bailables y voces a la KMFDM? ¿Y a Trey Azagthoth trocando sus intrincados riffs por procesados machaques de pocas notas y texturas disonantes? Les juro que no miento ni exagero, luego de ocho años de silencio discográfico (desde el mediocre “Heretic”), estos auténticos pilares del Death Metal se han despachado con un disco que tira por la borda cualquier tipo de preconcepto que se pudiera tener sobre ellos. Ojo, esto no significa que la impronta del grupo no esté presente. A pesar de la ausencia del inhumano Pete Sandoval tras los parches (debido a sus problemas de espalda y reemplazado por Tim Yeung de Hate Eternal. Todo queda en familia), todavía hay lugar en algunos temas para esos blast-beats revienta-cráneos y para ese doble bombo que no para de repiquetear ni por un segundo, todavía tenemos la demencia riffera y los solos inverosímiles de Azagthoth, la voz de Vincent no ha perdido del todo su pudrición (aunque es cierto que se encuentra un tanto más pulida y menos extrema) y los climas de pesadilla Lovecraftiana siguen generando perturbadores estímulos en la mente. Es sólo que, entre temas de pura cepa Morbidangeliana, se cuelan arreglos más exóticos, tempos con mucho groove, un profuso empleo de samples y secuenciadores, riffs un tanto más simples, ominosas voces limpias (en la vena de Laibach) y un aire general al Metal noventoso de Pantera, White Zombie o Prong. Desde ya, no es fácil asimilar semejante cambio en un grupo que siempre manejó su evolución de forma más bien controlada, sin alejarse nunca demasiado de sus raíces. En última instancia, el disco no es del todo malo, algunas canciones están bastante bien y se nota que todavía les queda creatividad e imaginación. Tal vez el problema es que no suena a Morbid Angel, sino más bien a una suerte de híbrido Groove/Metálico/Industrial con corazón Deathmetalero, o algo así. En ese sentido, es innegable que el resultado final es personal y extraño, tal vez demasiado extraño y a medio cocinar. Es difícil sacar conclusiones definitivas ya que, de todas formas, el cambio no ha sido total y el producto terminado no resulta del todo decepcionante ni deslumbrante, parándose en un terreno gris que uno no hubiese esperado para el regreso de una de las mejores bandas de Metal en general de toda la historia. No sé, escúchenlo y decidan ustedes. Siempre es lo mejor.
1 invocaciones del cosmos:
las cosas que un dethmetalero hace por ponerla, y bue
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