Por Fernando Suarez.
-Engineer “Crooked voices” (2011)
Cuatro años tuvimos que esperar desde el anterior “The dregs” para que estos neoyorquinos volvieran a patearnos el culo con su corrosiva combinación de fuerza bruta y perversa inteligencia. Claro, hablamos de un grupo que parece haber crecido con una dieta estable de Coalesce, Botch, Knut y Deadguy, firmemente condimentada con el Noise-Rock más agresivo y pesado de bandas como Unsane, Melvins o Zeni Geva, con lo cual no esperen que la cosa sea bonita y agradable porque no lo es. La base rítmica pega ganchos constantes en el estómago, con un bajo que retumba amenazante y una batería que no para ni por un segundo de repartir golpes y, aún así, se las arregla para mantener un groove contagioso y violento, la voz gruñe rabiosa y desesperada con un estilo que remite inevitablemente al rugido patentado de Sean Ingram (de Coalesce) y la guitarra tritura huesos y derrite neuronas con un vasto arsenal de riffs angulares, arreglos disonantes, envolventes texturas y un sonido gordo, robusto y hostil. Pero, claro, con el tiempo transcurrido, el cuarteto (conformado por tres hermanos más el baterista) ha incorporado un renovado sentido de la dinámica, dotando a sus composiciones de una mayor movilidad y una gama más amplia de arreglos (pianos, cuerdas, coros, guitarras limpias) que no hacen más que acrecentar la salvaje intensidad de la que siempre hicieron gala. Esto no significa que hayan perdido potencia, por el contrario, el hecho de que abran la puerta a ciertos aires melódicos y pasajes de tensa calma (algo de Post-Hardcore se puede percibir por aquí) beneficia notablemente a las canciones y les da una refrescante, y nada despreciable, impronta de profundidad emotiva y vulnerabilidad. Vamos, se trata de una maduración necesaria para no quedar atrapados en esquemas que ya se han repetido hasta el hartazgo en los últimos años. Pero, insisto, se trata de un crecimiento musical que no ha amainado el fuego interno, en todo caso lo ha embellecido y ha ayudado a que Engineer solidifique su propia identidad. Y, en última instancia, si andaban buscando una buena y estimulante sacudida, “Crooked voices” no los va a defraudar. ¿Dónde escuché eso antes?
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