Review: Against Me! "Total clarity" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Against Me! “Total clarity” (2011)
Se podría decir que eso de editar los demos de un determinado disco es casi una tradición para Against Me!, que comenzó con “The original cowboy” (editado en 2009 con los demos correspondientes a “As the eternal cowboy” de 2003) y que ahora continúa con este “Total clarity” que contiene las versiones originales de “Searching for a former clarity” de 2005. Como podrán imaginar, lo que aquí tenemos son rendiciones más crudas y despojadas de las canciones de aquel álbum, que ya mostraba un aire de mayor introspección con respecto a sus trabajos previos, aún sin abandonar esa impronta de Punk-Rock adornado por melodías Folk ideales para cantar a viva (y desafinada) voz mientras balanceamos un chop de cerveza abrazados a nuestros compañeros ocasionales de desventuras. De todas formas, el sonido aquí expuesto no es defectuoso ni nada por el estilo (¿cómo podría serlo contando con el grandioso J. Robbins como productor?), tal vez carezca de algo del brillo que se hizo presente en el producto final pero aún así se puede apreciar con claridad la energía visceral y emotiva del cuarteto. La voz de Tom Gabel (indiscutido líder del grupo desde sus inicios, allá por 1997) suena rasposa, desgarrada y, al mismo tiempo, melódica pero esa es su marca registrada, lo mismo con los riffs sencillos y gancheros, los certeros arreglos de guitarra y los ritmos energéticos y contagiosos. Tenemos también algunas canciones que quedaron fuera del disco, entre las que podemos destacar a la hitera “Exhaustion & disgust” y al cover del “Money changes everything” de Cindy Lauper. Por lo demás, se trata de esos trabajos claramente dirigidos a los fans más acérrimos y obsesivos aunque, en última instancia, los no iniciados también encontrarán aquí un buen ejemplo del árido empuje Punk y la gran sensibilidad melódica y emotiva que caracteriza a estos floridanos. O sea, son quince temas de pura dicha Punkrockera madura, con el corazón hecho pedazos y en la mano, así que no hay de qué quejarse.