Por Fernando Suarez.
-Ruptures “Adormidera” (2011)
Diez temas, veinte minutos de pura emoción epiléptica y sacudidas que comienzan en lo más profundo del alma hasta trasladarse a cada uno de nuestros huesos. Voces que gritan con más desesperación que rabia, guitarras que chillan tratando de exorcizar demonios tangibles, reales, ritmos que desestabilizan los sentidos e invitan a danzas fracturadas y urgentes. Cuatro muchachos californianos para quienes el sol y las playas de su ciudad natal no significan demasiado. Piensen en nombres como The Blood Brothers, La Dispute, Amber Inn o el Hoover más intenso y no estarán mal rumbeados. Pueden llamarlo Post-Hardcore, pueden llamarlo Screamo e inclusive Emo si quieren pero eso, en definitiva, tampoco nos dice demasiado. Con un sonido crudo pero claro y potente al mismo tiempo, Ruptures se despacha con un álbum debut (precedido por el ep “Milkbled, editado en 2010) lleno de canciones frenéticas, guiadas por guitarras que se disparan en lacerantes disonancias o se repliegan en preciosas melodías, según se lo requiera, sostenidas por una base rítmica nerviosa, contagiosa, ajustada y versátil, y coronadas por voces que dejan hasta la última gota de sangre, sudor y lágrimas en cada intervención. Complementadas por breves e introspectivos respiros instrumentales (y hasta un pasaje recitado), estas canciones transmiten fuertes sensaciones de asfixia y liberación violenta, con una intensidad visceral y descarnada que, no obstante, no empaña su elaborada musicalidad. Los tipos manejan un instintivo compositivo excepcional (especialmente para una banda tan joven), logrando un cuidadoso manejo de dinámicas, subidas y bajadas de intensidad, y equilibrando con total naturalidad y frescura gancho, emoción, furia, melodía e inteligencia. Especialmente recomendado para todo aquel que aprecie las emociones fuertes.
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