Review: Kindergarten Hazing Ritual "Fuck Capcom" (2011)

Por Fernando Suarez.

-Kindergarten Hazing Ritual “Fuck Capcom” (2011)
Nueve temas, nueve minutos y un nuevo desparramo de excesos por parte de esta misteriosa entidad conocida como Kindergarten Hazing Ritual, entregada de forma gratuita para nuestro deleite auditivo por la amable gente de Grindcore Karaoke. El título del ep y su arte de tapa ya nos hablan de cierta obsesión con los videojuegos y títulos como “Keiji Inafune created Mega Man because he's a fucking pedo” o “Will let you make shitty films of our games for food” nos confirman dicha impresión. Ahora bien, a diferencia de lo expuesto en trabajos anteriores como “Awaiting the video game crash” (con sus setenta temas de pura demencia Cyber-Grind-Nintendo-Core surrealista), aquí Cory Monster (supuestamente el cerebro detrás de la bestia) se aboca a un sonido más crudo y áspero, un tanto menos electrónico y más afín a la pudrición extrema del Grindcore. Los blast-beats programados siguen ahí, taladrando neuronas como ametralladoras a repetición, también los samples desencajados y la sobrecarga sensorial, es sólo que ahora las guitarras toman un protagonismo inédito, escupiendo bolas amorfas de disonante distorsión que, por momentos, se asemejan a riffs. Claro, no esperen material tradicional o meras loas a “Scum”, esto sigue estando más cerca de los delirios más revulsivos de gente como Agoraphobic Nosebleed (claro), Intestinal Disgorge (en especial en lo que hace al empleo de extraños gruñidos y alaridos) o el caos de los japoneses Noism. El hecho de que haya sido grabado en un sótano no hace más que potenciar la sensación de suciedad y alienación que transmiten estas composiciones. En fin, no se trata de un disco para oídos refinados ni paladares exquisitos, esto es pura enfermedad para amantes del extremismo más psicótico y desfachatado, una saludable paliza a los sentidos entregada con despreocupación sádica y ese mal gusto que hace de este estilo algo tan atractivo y divertido. Ideal para desconectar el cerebro y ahogarse en mareas de vómito sónico.