Por Fernando Suarez.
-Incubus “If not now, when?” (2011)
“Si no ahora, ¿cuándo?”, se preguntan los muchachos de Incubus en esta séptima placa de estudio y las implicancias son las que todos temíamos: un adiós definitivo a sus raíces más pesadas. Bueno, tampoco es para que pongan esa cara de sorpresa, en definitiva el carilindo Brandon Boyd y los suyos vienen amagando desde “Morning view” (2001) en transformarse definitivamente en una banda dedicada exclusivamente a mojar bombachas y algún que otro calzoncillo, por qué no. Ok, podemos llamar a esto madurez, sin duda alguna los músicos esgrimirán ese argumento. Y no es que la cosa esté tan mal, Boyd sigue demostrando que es un vocalista virtuoso y capaz de concebir melodías preciosas, Mike Einziger expone su habitual detallismo a la hora de crear texturas y armonías con su guitarra, y el grupo en general mantiene un alto nivel interpretativo sin caer nunca en meros despliegues de autoindulgencia exhibicionista. Inclusive en el terreno compositivo es posible encontrar algún que otro momento de interés y emoción pero hace falta bastante paciencia para no empalagarse entre tantas capas de almíbar que chorrean estas once canciones. Es que si, hasta ahora, los californianos todavía lograban equilibrar su costado más amable con cierta intensidad Rockera, ahora no parecen demasiado interesados en esta última faceta. Ni siquiera dudo de la honestidad de esta movida estilística, se los nota cómodos y bien asentados en esta suerte de A.O.R. contemporáneo, elegante y claramente dominado por baladas y reposados medios tiempos. Es sólo que, hacia la mitad del disco, la cosa se va tornando aburrida y chata, y los límites entre introspección y abulia, entre refinamiento y frialdad, comienzan a desdibujarse. O sea, el problema no es que hayan hecho un disco de baladas, sino que hayan hecho un disco de baladas soporíferas y, bueno, sin alma. En fin, gracias Incubus por los buenos momentos pasados, gracias por “S.C.I.E.N.C.E.” y por “Make yourself”, gracias inclusive por “A crow left of the murder” (el disco con el que volví a creer en ellos), pero esto ya es demasiado hasta para mí.
2 invocaciones del cosmos:
Sigo los discos que publicas, pero no leo todas las reseñas ni mucho menos, pero si algunas. No por nada especial, tu forma de expresarte me gusta, pero !aleluya!, al fin veo que pones a "parir" un disco y casi!, jeje. Te lo digo en plan vacile.
Es que no sé si reseñas sólo los discos que previamente escuchados, te gustaban, en un proceso selectivo o es que esto era como la MEtal Hammer, en el que todos los discos eran buenos!.
Si por machacar un poco no pasa nada, es incluso saludable. PEro eso son juicios personales, ya ahí no me meto,claro.
De acuerdo con lo de este disco, pasteloso a más no poder (ellos dijeron que era algo así como un "testamento al amor" para el mundo).
P.D = ¿El "Morning VIew" no entra en lo aceptable de su discografía?.
Por lo general prefiero concentrarme en reseñar los discos que me gustan pero hay excepciones, como este de Incubus.
Y si esta es la idea de "amor" que tienen estos chicos ahora, lo siento por sus parejas.
Para mi gusto, "Morning view" puede ser aceptable pero también fue un primer signo de alerta.
Saludos y gracias por escribir.
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