Por Fernando Suarez.
-Carnal Diafragma “Planet of children’s heads” (2011)
Ok, comparados con bandas como Negligent Collateral Collapse, Contrastic, Cerebral Turbulency, Opitz, Needful Things o Ahumado Granujo, se podría decir que Carnal Diafragma no es de los nombres más destacados (al menos, en términos de inventiva y demencia general) del siempre reverenciado Grindcore checoslovaco. Claro, todo depende de la perspectiva y los gustos personales de cada oyente pero, en líneas generales, podemos decir que estos tipos prefieren obviar las tangentes más experimentales de sus mencionados compatriotas y hundir sus podridas cabezas en las nauseabundas montañas de excremento del Gore-Grind más estricto. Lo cual, en última instancia y en vista de los resultados expuestos en este tercer larga duración, no es algo necesariamente malo. Envueltos en ese sonido putrefacto, tan típicamente checoslovaco, “Planet of children’s heads” nos vomita encima dieciséis purulentos abscesos sonoros, montados sobre blast-beats repiqueteantes y riffs gordos y mugrientos, y adornados por una interesante gama de gruñidos y alaridos varios. También hay lugar, como corresponde, para esos rebajes grooveros que hacen mover la patita hasta al metalero más amargo y para ciertos modismos juguetones (en especial en las voces y algún que otro sampler) que remiten inevitablemente a lo hecho en sus inicios por los legendarios Macabre. O sea, lo que pueda faltar en ideas renovadoras o ambición artística es suplido, con absoluta naturalidad, por una desfachatada frescura, un gancho irresistible y un fétido y contagioso sentido del humor. Desde ya, si no cuentan con cierto gusto por el Grindcore más sangriento y fermentado, esto les resultará intolerable pero eso es algo que podrían adivinar con sólo leer el nombre del grupo. Media hora de diversión violenta y políticamente incorrecta asegurada o le devolvemos sus tripas empapadas en semen rancio.
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