Por Fernando Suarez.
-Light Bearer “Lapsus” (2011)
Siendo Light Bearer la nueva banda del ex cantante de los disueltos Fall Of Efrafa, es de esperar toparnos con extensas composiciones plagadas de climas entre ambientales y Post-rockeros, monolíticos estallidos de distorsión y alaridos desgarrados, y sesudos conceptos literarios (esta vez las referencias vienen de la mano de Philip Pullman, John Milton y el libro bíblico del Génesis) que, detrás de crípticas simbologías místicas, esconden casi siempre un fuerte mensaje político. Bien, debo admitir de entrada que (más allá del hype con el que contaron) Fall Of Efrafa nunca llegó a atraparme del todo con su propuesta. No es que fueran malos ni nada por el estilo pero nunca pude evitar percibir en sus trabajos discográficos un cierto tufillo a artificialidad y aburrimiento. La cosa no cambia demasiado con Light Bearer. Es bastante probable que muchos veneren este material por el sólo hecho de estar asociado directamente con Fall Of Efrafa y yo seguiré preguntándome qué le ven de especial. Insisto, no es que la cosa esté mal, es sólo que me suena genérica, trillada y, en el peor de los casos, aburrida. Tenemos los delicados paisajes instrumentales de evocación Post-rockera a la Godspeed You Black Emperor! seguidos por envolventes murallas de distorsión, ritmos aplastantes y gruñidos bestiales, tenemos esos típicos entramados de arpegios y punteos con delay, tenemos los ocasionales arreglos de pianos, violines y demás instrumentos “exóticos”, tenemos el juego constante de dinámicas que suben y bajan de intensidad, tenemos la impronta melancólica y apesadumbrada que siempre se resuelve en escaladas de épica grandilocuencia, tenemos el intrincado armado de texturas y arreglos sutiles, tenemos las ambientaciones que remiten al Pink Floyd más oscuro, tenemos músicos capaces y con grandes pretensiones artísticas que se chocan de frente con la falta de personalidad y fuerza de sus composiciones. Insisto, no es un trabajo desechable, ciertas melodías tienen su grado de emoción (hasta hay alguna que otra voz limpia que suena, justamente, a Emo) y el trabajo instrumental está realizado con cuidado artesanal. Es sólo que no le encuentro nada (y me refiero a absolutamente nada. Ni ideas, ni buenas canciones ni siquiera la necesaria intensidad) que los distinga de las legiones de Post-Metaleros haciendo exactamente lo mismo. Hay grandes chances de que el problema sea mío y no del grupo, tal vez mi mente de mosquito Punk-rocker no logre entender del todo la majestuosidad de estas composiciones. O tal vez tengo razón y los muchachos de Light Bearer necesiten avivar con más fuerza su llama interna. Como siempre, lo mejor será que escuchen por su cuenta y saquen sus propias conclusiones.
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