Por Fernando Suarez.
-The Psychic Paramount “II” (2011)
Por alguno de esos misterios de la mitología rockera, la Psicodelia suele ser considerada (por gran parte del público y la prensa) como un elemento capaz de dotar de una supuesta profundidad o sofisticación musical a cualquier propuesta musical. Fíjense, como único y contundente ejemplo, que a un grupo como The Beatles se lo considera con seriedad recién a partir de discos como “Rubber soul” o “Revolver” (por no hablar de los océanos de tinta derramados en honor al “Sgt. Pepper”), casi desmereciendo toda su producción previa. Lo cierto es que, en la mayoría de los casos, el Rock Psicodélico no es más que una excusa barata para que músicos sin talento alguno alimenten su ego explayándose en soporíferas zapadas, tan auto indulgentes que carecen de cualquier tipo de intensidad o valor artístico. Ok, estoy exagerando, hay excepciones y The Psychic Paramount es una de ellas. Sí, ellos también improvisan y son capaces de colgarse durante varios minutos en trips alucinógenos donde no hay siquiera un atisbo de estribillos, melodías gancheras o estructuras reconocibles. La sutil diferencia está en la energía que le ponen a sus interpretaciones, en el hecho de que se animen a estallar en atronadores espasmos de corrosiva distorsión, en el pulso frenético y enloquecido que marcan sus ritmos, en la imaginación desbocada e impredecible que exponen a cada segundo. Tal vez tenga algo que ver el pasado de sus miembros en los geniales Laddio Bolocko, uno de los grupos más creativos, histéricos y delirantes del Noise-Rock de fines de los noventas. Tal vez ayude el fuerte componente de Kraut-Rock que exhiben en su música, algo que, de cierta forma, le da un carácter enfocado a la experimentación, permitiendo el vuelo pero enmarcándolo siempre en una dureza rítmica que nada tiene de lánguida o desganada. En otras palabras, a través de sus guitarras saturadas, sus bases epilépticas y su perverso espíritu investigador, The Psychic Paramount transforma la Psicodelia en una experiencia violenta, asfixiante, enardecida, exasperante y sumamente física. Y sí, seguramente la prensa y el público más snob y hipster los adoren incondicionalmente pero, al menos, aquí tendrán motivos válidos para hacerlo.
0 invocaciones del cosmos:
Publicar un comentario