16 de marzo de 2011

Review: Boris With Merzbow "Klatter" (2011)

Por Fernando Suarez.


-Boris With Merzbow “Klatter” (2011)
Seamos francos, tanto los seguidores de Boris como los de Merzbow (y me reconozco como ambos) deben admitir que sus colaboraciones, sin ser material desechable (bajo ningún punto de vista), nunca llegan a alcanzar el nivel de sus propios trabajos por separado. Digamos que la promesa de un Boris aumentado por las cascadas de ruido digital de Masami Akita nunca se cumple del todo y lo que solemos tener en estos trabajos son extensas improvisaciones donde ninguna de las partes logra la inspiración superlativa a la que nos tienen acostumbrados. “Klatter” es la quinta entrega de esta asociación y probablemente sea la que más se aproxima a lo que uno espera de la unión de semejantes artesanos del sonido. Hay que aclarar que esto sigue siendo material totalmente improvisado, que data de 2004 y que dos de los temas son reversiones de composiciones antiguas, datos que no cambian, en definitiva, el resultado final. Lo que aquí tenemos, en líneas generales, son cinco zapadas de claro tono Psicodélico, que se mueven entre remansos colgados y envolventes estallidos de abrasiva distorsión. Y sí, tal vez suene predecible decir que Boris aporta el nervio crudo y Rockero y Merzbow las texturas, corrosivas o alucinógenas según el desarrollo y la dinámica de los temas así lo requiera. Tal vez no sorprenda a nadie que encontremos ciertos aires a Kraut-Rock en más de un momento, que la guitarra y el bajo adornen sus graves erupciones y sus espontáneas voladuras con el vasto arsenal de siseos y chirridos de Akita, que flote a lo largo de toda la placa una sensación distendida y catártica, o que los climas vayan mutando su intensidad manteniendo siempre una impronta sobrecargada y lisérgica. Pero lo que pueda faltar en sorpresa (un elemento más afín a Boris que a Merzbow, bien vale aclarar) es suplido por una notable fluidez, por un afilado instinto dinámico, una interacción casi telepática entre los músicos y, claro, por el oficio que posee esta gente a la hora de generar densos paisajes musicales, intrincadas arquitecturas sónicas que suelen evidenciar una constante búsqueda de formas de expresión poco convencionales. Desde ya, para los fans de Merzbow, “Klatter” (con sus modismos setentosos aplicados con cierto sadismo ruidoso) sonará demasiado Rockero y convencional, y los fans de Boris extrañarán la febril imaginación de sus discos más destacados pero, de todas formas, ambos encontrarán aquí elementos rescatables y hasta algún que otro pasaje más que interesante.

0 invocaciones del cosmos: