Review: Cultura Tres "El Mal del Bien" (2011)

Por Manuel Platino.



Monumentales riffs, lentos, muy lentos. Todo pesa, desgarra. Como taladros succionando la sangre negra de la tierra, esto es sludge, es de Venezuela y revienta parlantes como corresponde al género, abriendo venas para que entre el veneno y nuestra miserable existencia se descomponga en una montaña de gusanos. Si pensábamos que Chávez con su estatización y su política internacional estaba haciéndole frente al monstruo capitalista, pues Cultura Tres también muestra que todo está perdido desde dentro del propio suelo bolivariano, corroído y reseco por la corrupción humana.
Bueno, pido disculpas por el arrebato "poético" (oh si, Calamaro cómete mis pantaloncillos) pero bien sabido es, y ya nos han enseñado esto Jimmy Bower y Mike Williams, que cuando el riff sabbathero se mezcla con el hardcore, grandes cosas ocurren. Horribles cosas, feas y repugnantes, gloriosamente mugrientas. Y es el riff el que comanda la acción en todo momento, desde el primer alarido al último acople, la sensación de belleza revulsiva que nos da vuelta el estómago y hace girar la cabeza a lo Linda Blair escupiendo sopa crema de arvejas... eso es el riff (recuerden que todo se resume en los dedos de Iommi, para reinventar la rueda mejor escuchar en otra parte). Por supuesto, aquí no esperes delirios avant-garde ni aceleradas death-metaleras, esto es puro riff sucio y malvado sin adulterar, y por lo tanto, no puede fallar. Eso si, hay variedad en El Mal del Bien. Es justo mencionar que los arreglos de las canciones se desvían del camino del sludge en numerosas ocasiones, pasando por los terrenos de la música folklórica, los pasajes alucinógenos (por momentos progresivos), y hasta hay lugar para momentos melódicos y calmos. El sonido también aporta su cuota de agresividad, ya que si bien no es la mugre absoluta de Eyehategod (mas bien el sonido hace acordar mucho a Crowbar si vamos al caso) nada atenta contra la contundencia y potencia de las canciones. Claro, algo que debería comentar en detrimento de este disco es la excesiva producción la cual suma mucho "metal" y resta "core" (no me malinterpreten, yo detesto el poserismo y dogmatismo del hardcore en todo su esplendor tanto como en el metal), lo cual para este tipo de música resta puntos, al menos en mi libro. Pero eso es un detalle menor. Si te gustan Crowbar, los graves y los arreglos disonantes, esto es para vos (y a no perderse el cover de Black Sabbath en los bonus tracks).
Cabe recordar que hacia fines de Marzo estarán tocando en Buenos Aires con las luminarias locales de Avernal, Buffalo y Banda de la Muerte entre otras, lo cual podría ser una buena oportunidad para darles una chance a los venezolanos y pegarles una escuchada. Chequear su sitio web para mas data.