31 de enero de 2009

Reviews

Por Fernando Suarez.

Zombi “Spirit animal” (2009)
Este dúo de Pennsylvania bien podría competir por el título de “banda más rara que ha editado Relapse en su historia”, junto con otras como 27, Karaboudjan o inclusive Exit 13 con aquel jazzero “Smoking songs” de 1996. Bien vale la aclaración, Zombi no practica ningún tipo de Metal extremo. De hecho, más allá de haber compartido escenario con Isis (por más data sobre esto pregúntenle al amigo Manuel Platino) o de que Steve Moore (tecladista, bajista y ocasional guitarrista del grupo en cuestión) haya remixado temas de Genghis Tron, la propuesta de esta gente no tiene nada que ver con el Metal en general. Ya dije que son un dúo, ya establecí que uno de sus miembros se encarga de los teclados y el bajo, sólo resta señalar que el restante, Anthony Paterra, se sienta tras los tambores y aporta también algunas teclas. Sí, son instrumentales y no usan guitarras distorsionadas. Ni por un segundo piensen en Post-Rock, aún cuando ciertos paisajes y melodías de tono melodramático puedan acercarlos a dicho rótulo. Como podrán imaginar, aquí la batuta la lleva el arsenal de teclados y sintetizadores vintage que construyen estos épicos soundtracks cósmicos. Sí, tiemblen de pavor, los sonidos más grasas de Vangelis o Rick Wakeman inundan esta placa y las anteriores. Y nada de minimalismo cool o excursiones puramente ambientales. Polirrítmias acompañadas por riffs de bajo al tono y, sobre eso, estratos y estratos de texturas, melodías entrecruzadas, secuencias (en el lograr que los elementos electrónicos suenen orgánicos radica una de sus mayores virtudes), arreglos y orquestaciones varias. Y, como para terminar de confirmar la rareza antes mencionada, todo ese enorme despliegue de complejidad instrumental y compositiva no está puesto en función de mera exhibición, pero tampoco en pos de liberar esquizofrenias ni de hacer catarsis violentas a través de erupciones de notas disonantes. Como dije antes, las canciones de Zombi, con sus extensos desarrollos, resultan ser algo así como pequeñas bandas de sonido para películas de ciencia ficción de los setentas. Alejados de estridencias, suciedades sonoras o cualquier tipo de sensación revulsiva. Casi un disco que no le disgustaría a tu mamá. Y digo casi, porque debajo de esa aparente amabilidad siempre se esconden trazos oscuros, una fina lámina narcótica que recubre las visiones aquí creadas. Por cierto, tampoco hemos de obviar los momentos en que la base rítmica se atreve a mostrar su nervio rockero con golpes de redoblante más duros y grooveros y el bajo haciendo gala de una particular distorsión Sabbathera. Y lo mejor es que, a pesar de rescatar algunas de las costumbres más vapuleadas del Rock Progresivo, Zombi en ningún momento suena a banda retro ni mucho menos a copia de ningún pope del género. Si son de esos que escuchan todo lo que edita Relapse (hola, sí, me declaro culpable), no se amilanen ante esta deformidad de traje y corbata. Les aseguro que vale la pena hacer la prueba.

Colosseum “Chapter II: Numquam” (2009)
Una procesión de huesos polvorientos que avanza lentamente, arrastrando las harapientas telas que los cubren. Arquitecturas del miedo, sólida roca moldeada como si se tratara de plastilina. Esta noche eterna que nos abraza. Los árboles vistos a lo lejos que apenas pueden recortar su silueta sobre ese fondo de impenetrable negrura. Pesadillas de opio y azufre. Una espesa niebla verde que aletarga los sentidos. La piel descompuesta en los brazos de los muertos intenta alcanzarnos. Las estrellas sonríen sardónicamente, concientes del abismal secreto que esconde su cansado resplandor. Las nubes se apilan, conformando una muralla en el firmamento que no deja de escupir maldiciones sobre los frágiles hilos que nos sostienen. La infinita pasión de los últimos segundos. El sudor abriéndose paso y la mirada carmesí despidiéndose de este mundo. No pidan variaciones ni sorpresas, esto es Funeral Doom de pura cepa. Cuatro finlandeses enfocados en lograr las pinturas más oscuras, oprimir nuestros pechos y acercarnos a una somnolencia mortuoria. El ritmo lo marcan los esporádicos golpes de batería que retumban dentro de catacumbas. Las guitarras se visten de truenos para romper el tejido de la noche y mostrarnos algunos de sus secretos. A veces so ponen su ropa de gala y nos transportan a otros tiempos, una decadencia ancestral y afiebrada. Los teclados se extienden como las puntiagudas alas de una gárgola y levantan muros plagados de invocaciones irreproducibles. La voz es el gruñido mismo de la tierra, sus entrañas moviéndose lentamente, exigiendo saciar su hambre. Ni el más ínfimo haz de luz tiene lugar en este viaje. Y tampoco esperen demasiadas vueltas de tuerca a lo hecho por otros como My Dying Bride o Skepticism. No obstante, la personalidad de Colosseum se erige en su testarudez para llevar a la práctica de forma casi puntillosa sus más fúnebres ideas. Una vez sumergidos es imposible salir de estas tumbas y las imágenes aquí representadas son de un realismo abrumador. Especialmente recomendado para suicidas indecisos.

Threatener “The hammering, the fastening and the bending of throats” (2008)
El martilleo, la aceleración y el doblamiento de gargantas. Pocas veces un título explicó tan bien el contenido de un disco. Y eso que se trata, simplemente, de la combinación de los títulos de tres discos anteriores ahora compilados (con el agregado de temas en vivo y otros aditivos) en un solo y práctico pedazo de plástico. Son cincuenta y un temas en casi media hora. Ustedes saquen la cuenta, eso es rápido. Esta gente no tiene tiempo que perder. ¿Qué las guitarras suenan ruidosas? ¿Qué, por momentos, hasta la batería parece saturar? ¿Qué en vez de canciones tenemos estallidos de blast beats entrecortados? ¿Qué los gritos del cantante son ininteligibles? ¿Qué se hace difícil diferenciar un tema de otro? Pues claro, esto es Poderviolencia en su punto más jodido, las sutilezas se las pasan por el culo. Y la energía nunca decae. Es más, escribo esto y todavía me tiemblan las piernas. Las enseñazas de Infest, Hellnation, Crossed Out y demás torturadores de instrumentos están bien aprendidas. Y hasta es posible percibir retazos de ideas musicales en este maremoto de puro odio a mil por hora. Claro, los tipos son ruidosos pero están ajustadísimos. De otra forma, todo se desmoronaría al ir a estas velocidades. Así, se puede colar un fragmento de riff Hardcore que en seguida es engullido por la bola de ruido, o un corte puede dar paso a extrañas disonancias que también desaparecen en el amontonamiento de golpes. Y en esa confusión permanente es que reside el mayor atributo de Threatener. No hay tiempo para respirar ni para tratar de adivinar por dónde vendrá el próximo golpe. Y al fin de cuentas la golpiza resulta ser liberadora. Es una pena que estos tipos se hayan separado, pero al mismo tiempo no veo cómo podrían igualar este nivel de intensidad sin convertirse en una parodia de sí mismos. Un disco para transpirar la camiseta.

Zu “Carboniferous” (2009)
Un trío italiano que, desde su nacimiento en 1997, ha colaborado con gente como Eugene Chadbourne, Mats Gustafsson, Damo Suzuki y diversos miembros de Sonic Youth, Dälek, Fugazi y The Stooges. Un bajo, una batería y un saxo que suenan como una auténtica orquesta al borde del colapso. Ya pueden hacerse a la idea de que esto no es material convencional. Sumen el hecho de que este décimo disco sea editado por Ipecac y las intervenciones del mismo Mike Patton y del Rey Buzzo en algunos temas de este “Carboniferous” y ya deberían estar dejando de leer esto y buscando el disco en cuestión. A ver, ¿les gustan las polirrítmias imposibles de seguir? ¿Aprecian los riffs secuestrados de otros mundos? ¿Adoran los climas de caos esquizoide? ¿Tienen en alta estima a esos músicos que emplean su virtuosismo para mostrarnos los recovecos más retorcidos y enfermos de su psiquis? ¿Están en una constante búsqueda de música que los sorprenda con intensidad e ideas originales? Si la respuesta a estos interrogantes es afirmativa, no pueden dejar pasar esta maravilla. Diez canciones que estallan con una energía incontrolable, con un baterista que conoce a la perfección el alfabeto de sutilezas del Jazz y es capaz de aplicarlo con la fuerza de una estampida de elefantes merqueados, con un bajista que arma trabalenguas en forma de riffs para luego eliminar el oxígeno con inmensos estallidos de graves y al rato se disuelve en efectos irreales, con un saxofonista que aprendió las lecciones de Coltrane, Zorn y demases y encima se da el lujo de hacer sonar a su instrumento como nadie más en el mundo lo ha hecho antes. Diez canciones que esconden miles de laberintos, que saben replegarse en misteriosas letanías, que crean fragmentos de películas borroneadas por uñas sucias y las reconstruyen a los golpes. Pueden regodearse en las abstracciones matemáticas más desencajadas o escupir fuego por los ojos con arrebatos que chorrean distorsión en forma de lava. Pueden evocar atmósferas dignas de un policial negro o simplemente nadar entre mutilaciones, ríos de sangre y orgías lisérgicas. Tienen el talento para competir con cualquier artista de Jazz y la fuerza para pasarle por encima a todos los metaleros del mundo. Aprendieron la ética del mejor Hardcore/Punk y de allí también toman sus ideas musicales más revulsivas. Y, aún así, estos delirios no dejan de ser canciones donde la exploración no se choca con la contundencia. El 2009 arrancó con todo y he aquí otro de los discos que seguramente ocupará las listas de los mejores del año.

Sabazius “The song of Los” (2009)
Los dioses gritan desde su refugio estelar. Puños rocosos chocan entre sí lanzando esquirlas del tamaño de planetas. El útero del cosmos se rasga. Cuerpos celestes estallando uno a uno, marcando el ritmo de esta sinfonía cósmica de destrucción. Diminutos profetas tratan de explicar este fin inevitable. Los temblores se sienten cada vez más cerca. La firme y constante marcha fúnebre que hace resquebrajar los cimientos de la tierra misma. Brechas supurando lava, un cielo negro atravesado por cegadoras fracturas de color azul brillante. Las nubes se reagrupan formando los rostros ancestrales que jamás soñamos contemplar. Ojos de fuego y voces de trueno. Un eterno dominó de montañas cediendo ante su propio peso. Desiertos grises expandiéndose hasta cubrir toda superficie, dejando a su paso una estela de esqueletos. Cráteres lanzando llamas hacia el infinito. Siluetas de lodo endurecido llorando plegarias tardías. Un nuevo amanecer cubierto de oscuras y pesadas túnicas. Adoradores de las visiones apocalípticas, regocíjense con estos veinticinco minutos de puro Apocalipsis en forma de Doom, valga la casi redundancia. Dos ingleses con una guitarra y una batería han logrado revivir el espíritu de aquel legendario “Jerusalem” (o “Dopesmoker”, si prefieren) de Sleep dotándolo de una desesperante negrura extra. Los riffs toman el camino de las pocas notas bien puestas y lo mismo sucede con los atronadores y espaciados golpes de batería que dan forma a este fin del mundo musical. Las voces se debaten entre recitados casi susurrados y gritos dignos de una legión de brontosaurios en celo. Y los tipos tienen en claro hasta dónde llegar sin aburrir, algo que ya habían demostrado en su debut homónimo que superaba las dos horas de duración y que, por cierto, está disponible para bajar de forma gratuita en el Myspace del dúo (si son vagos, les dejo la dirección: www.myspace.com/sabaziusband). En definitiva, si bandas como Ufomammut, Zoroaster e inclusive Sunn 0))) son parte de su dieta regular de sonidos graves y lentos, yo, Carlos Sacaan, les recomiendo incorporar este delicioso y nutritivo plato. Puede que les caiga un poco pesado, pero esa es la idea.


Cattle Decapitation “The harvest floor” (2009)
Un tema sólo (me refiero a “The gardeners of Eden”, que abre la placa) le basta a este cuarteto de San Diego para dar una lección de imaginación, dinamismo y violencia y, de paso, demostrar que se puede seguir haciendo avanzar al Death Metal. Los blast beats más frenéticos y veloces del mundo, los riffs más intrincados y retorcidos, y pasajes que evocan melodías casi místicas. Ok, los tipos decidieron jugarse varias fichas por el costado más técnico del asunto. Los cortes casi constantes y el vértigo de las cuerdas en constante movimiento así lo prueban. Pero, hete aquí que esta gente tiene algo más que pelo en su cabeza (y, a decir verdad, tampoco es que tengan taaanto pelo. De hecho todos exhiben su reglamentario corte Hardcore. Pero bueno, se entiende la idea, ¿no?... ¿Ah, no?) y entonces se rodean de invitados ajenos al género que refuerzan la intención de búsqueda. Y, si entre dichos invitados, tenemos gente de Amber Asylum, Ludicra, Asunder y a la mismísima Diosa de la muerte, Jarboe (ex Swans. Y si no saben quiénes son los Swans necesitan urgente un curso acelerado de música extrema), la cosa no puede fallar. Ahora bien, si son de esos cabezas duras que sólo quieren brutalidad y más brutalidad, no teman. “The harvest floor” tiene toneladas de riffs enfermos y malvados, doble bombo para regalar y los gruñidos más guturales del condado. Y también tiene juegos en el diapasón y los parches que nos recuerdan que alguna vez hubo miembros de The Locust en sus filas. Y, ya que estamos enumerando, tampoco olvidan que sus principales mentores ideológicos (Carcass, claro. No va a ser Daniel “Conejito” Alejandro) además de ser vegetarianos adquirieron con el tiempo un alto respeto por la melodía y supieron incluirla en su propuesta sin perder por ello la esencia extrema. Lección aprendida, entonces, aunque bien vale aclarar que, a esta altura, Cattle Decapitation está a eones de distancia de la eterna legión de clones Carcasseros que inunda el undeground metalero. El truco probablemente esté en esos tics que tienen en el bocho y que les hacen irse por tangentes inesperadas sin dejar de ser un grupo de Death Metal hecho y derecho. O casi. En verdad es realmente agotador tener que seguir pendiente de rótulos y demás paparruchadas, en especial ante tanta música excelente que sólo pide ser disfrutada con todos los sentidos. Incluso con el sexto sentido.

Mouthpiece “Can’t kill what’s inside – The complete discography” (2009)
El título de este disco nos da algunas pistas. Nos dice que la banda encargada de su contenido ya no existe como tal. Bien. También, con ese “No puedes matar lo que está adentro”, no es muy difícil adivinar que estamos en presencia de Hardcore puro y sin adulterar. La historia cuenta que Mouthpiece nace en New Jersey a principios de los 90’s, inspirados por el sonido vieja escuela de Gorilla Biscuits, Bold y demás luminarias del género. El hecho de encontrarse prácticamente varados en una escena que estaba en claras vías de desaparición no los detuvo y, hoy en día, podemos percibir como esa testarudez (sumadas al afilado instinto compositivo del quinteto) dio sus frutos en bandas como In My Eyes, American Nightmare (luego conocidos como Give Up The Ghost), Count Me Out, This Is Hell y tantas otras que se encargaron (algunas lo hacen aún en la actualidad) de mantener en alto las banderas de ese Hardcore duro sin ser metálico, emotivo sin ser Emo, creativo sin llegar al Post-Hardcore y melódico sin tener nada que ver con los soleados climas californianos. Como corresponde, la palabra clave es intensidad. Esa voz quebrada y casi inocente que grita las verdades que nuestro cinismo se niega a aceptar. Esas guitarras vibrantes, de ideas simples pero siempre efectivas. Esos ritmos que son invocaciones al mosh más desenfrenado. Y una impecable colección de grandes canciones. Claro, esto no es vanguardia, pero aquí los clichés están absorbidos con absoluta honestidad, dejando de lado la pose berreta y enfocándose al máximo en transmitir esa rabia liberadora que caracteriza al buen Hardcore. Hay lugar para rebajes rítmicos, riffs que se salen del, a veces, estricto abecedario Core y climas de tensión casi introspectivos. Y nada de eso tiene nada que ver con breakdowns, virtuosismo ni estribillos poperos. Bien podría aventurarse que Mouthpiece fue una banda que quedó varada (estilísticamente hablando) entre los sonidos rudimentarios de las viejas bandas Straight Edge y el intento de expansión sonora que inspiró aquel glorioso Revolution Summer de 1986 en Washington D.C. Por otro lado, la esencia musical de estos muchachos es cien por ciento neoyorkina y su apego por ciertos esquemas tradicionales no es resultado de limitaciones musicales si no de una decisión artística consciente. Suena a verso repetido, pero aquí realmente se mantiene el espíritu (o el núcleo, je) tratando de aportarle una visión más fresca. Una pieza fundamental para entender la evolución del Hardcore.

Hope And Suicide “Hope and suicide” (2008)
Yo sé que a veces me pongo un poco pesado con esto, pero hagamos un poco de historia. Bloodlet fue una banda que existió entre 1992 y 2003 y se ganó un status de culto gracias a su particular combinación de Hardcore, Metal, Sludge, Noise y toques progresivos, envueltos en atmósferas entre tenebrosas y alucinógenas. Editaron cuatro discos (“Eclectic”, “Entheogen”, “The seraphim fall” y “Three humid nights in the cypress trees”. Todos absolutamente recomendables) y se disolvieron envueltos en un silencio sepulcral. Toda esta introducción para llegar a decir que Hope And Suicide no es ni más ni menos que el proyecto liderado por Scott Angelacos, antiguo vocalista de Bloodlet, aquí acompañado por el ex bajista de dicha banda, Thomas Crowther. Como era de esperar, las comparaciones con su anterior banda no se hacen esperar y, de hecho, no son del todo desacertadas. Retomando el camino de aquel glorioso “Three humid nights in the cypress trees”, el cuarteto explora climas de espesa oscuridad en medio de ataques de epilepsia colectiva y Angelacos dosifica sus típicos gruñidos y alaridos de ultratumba con intervenciones melódicas casi Mikepattonescas y una nueva variedad de voz quebrada bluesera y hedionda de whisky barato. Ahora bien, ubicar al grupo en una categoría estricta sigue siendo una tare más bien complicada. “Switzerland” abre el disco y suena como si alguien le hubiera puesto anfetaminas en el café a Neurosis. Y después es posible encontrar guitarras limpias tirando acordes tan delicados como perturbadores. Luego, una batería juguetona sostiene la más volada de las zapadas. Y más adelante pueden toparse con riffs de ADN mutante, en algún lugar entre Eyehategod, Quicksand y Today Is The Day. Hablando de Today Is The Day, he de mencionar que este debut ha sido editado por Supernova, el sello del Reverendo Steve Austin, padrino de todas las cosas enfermas. Al menos para mí, eso es garantía de calidad. Pero estoy divagando. La música de estos floridanos es algo así como dar un paseo nocturno por los neblinosos pantanos de su ciudad natal y, cuando el aire se torna prácticamente irrespirable, ser atacados por una secta de yonquis satanistas sedientos de sangre. Y todo con un despliegue de ideas musicales apabullante, estructuras abiertas a la sorpresa constante, guiños al Rock sureño más pesado, volteretas casi jazzeras, punzante agresión Hardcore, algo de ese groove seco y violento de los legendarios Helmet y asfixiantes paredes de disonancia distorsionada. Y, sin embargo, lo que más asombra no es necesariamente la variedad estilística, si no que los tipos logren condensar ese flujo de influencias en un paquete homogéneo y personal. En definitiva, una banda de Metal con absoluta libertad creativa, sonido propio, imaginación y talento. No son cualidades para andar despreciando.

Merzbow “Camouflage” (2009)
Este óxido de terciopelo rompiendo los colores. Lluvia de diminutas articulaciones endurecidas y un espiral de huesos disueltos. Océanos que crujen, tragando a los reyes desplazados de otras eras. Lenguas atravesadas por agujas de cristal. Manchas, demasiadas manchas. Filamentos escamosos brillando en esta oscuridad esmeralda. Un coro de voces atrapadas en dos dimensiones ordena alimentar a los lagartos. Ojos que se mueven como espirales de mercurio. El asfalto recién cubierto de lluvia carga sobre sus hombros la memoria de todas las fatalidades. Y aúlla en idiomas de neón, a toda velocidad, hacia mausoleos temporales disfrazados de antesalas del bienestar. La historia de un flautista construido con partes humanas en descomposición, llevando a las ratas hacia las ciudades, invadiendo todo con afilados dientes y miradas de un vacío carmesí. Esos antros de comodidad dados vuelta de adentro hacia fuera. La tierra de los cables pelados y la electricidad continua. Es imposible no amar a esas bocas sin forma que intentan gritar detrás de murallas de estática. No encontramos el valor para apagar las pantallas, entonces corremos asustados, agitando los brazos, con los rostros transformados en una sucia mezcla de lágrimas y mocos. Patéticas criaturas vertebradas, estas rígidas anatomías no sirvieron de nada. Y las turbinas que nos tientan con sus cantos de sirenas demuestran ser el verdadero estadío superior en esta farsa de evolución. Hilos tan finos que ni siquiera notamos el momento exacto en que separan nuestros miembros del cuerpo. Naufragios dramatizados con gruesas láminas de metal en forma de olas. Las vibraciones de un dios que se esconde y reza por que nunca lo encontremos. Una autopista de impulsos nerviosos iluminando selectos tramos de este camino sin retorno. O al menos eso dicen. Traqueas grises en llamas. Atrapados en el ojo de un huracán de clavos. Enfermedades con forma de medusas reptando dentro de orificios indecentes. Libélulas del tamaño de un brazo humano posándose sobre las ventanas, observando. Una sinfonía de sinapsis fracturadas. Células chamuscadas que se estiran hasta romperse, reproduciéndose así hasta el infinito. Los elevados diálogos de estas geometrías imberbes. Un eterno film de decepciones fácilmente evitables. Violines rotos y melodías melodrámaticas. Ah, el miedo. Los bracitos de metal que cortan y separan las partes defectuosas del resto. Los taladros que nos mejoran y nos hacen completos. Y el punto blanco que nos despide hasta la próxima pesadilla.

Ephel Duath “Through my dog’s eyes” (2009)
Algo se está cocinando en Italia y no me refiero a unos ricos tallarines. Yendo para atrás unos nueve años nos encontramos con unos Ephel Duath abocados a un Black Metal sinfónico y pomposo, con claros guiños a lo más teatral de bandas como Arcturus. Unos pasos más y nos topamos con “The painter’s palette”, el disco de quiebre donde Davide Tiso (líder absoluto y único miembro original del grupo) reformula (hint hint) su visión musical y conforma una especie de mini orquesta Jazz-Metalera que sería el orgullo de todos los Mike Pattons del mundo. “Pain necessary to know” le siguió y vio como la propuesta se acercaba al nerviosismo disonante de Converge, achicando la paleta tímbrica y ganando, en el proceso, una mejor cohesión, sin por ello perder ni un ápice de delirio. Así, llegamos a este “Through my dog’s eyes” con Ephel Duath devenido en un trío con el jugador de Poker profesional Luciano George Lorusso en el puesto de vocalista y un concepto basado (como el título lo indica) en el punto de vista de un perro. Ok, los tipos siguen teniendo problemas y el hecho de que Ben Weinman (de The Dillinger Escape Plan) aporte elementos electrónicos en “bark loud”, el tema que cierra el álbum, es buena muestra de los terrenos por donde esta gente se mueve. Por supuesto, el enfoque musical vuelve a mutar y aquí tenemos nueve tracks donde la complejidad jazzero-progresiva se manifiesta en medios tiempos tensos y retorcidos con el énfasis puesto claramente en crear climas de un sopor casi narcótico. La voz de Lorusso es claramente más limitada y rudimentaria que la de sus antecesores, pero posee una profundidad que asusta y ayuda a tender ese puente entre la composición laberíntica y desquiciada y las formas concretas que la banda parece buscar en esta ocasión. No puedo evitar remitirme a grupos como Voivod o Thought Industry, en especial en las etapas en que dichas bandas se desligan del Metal para meterse de lleno en terrenos espaciales y buscan condensar el enorme caudal de ideas en canciones propiamente dichas antes que en amasijos de partes, riffs y cambios de ritmo. E, insisto, sin perder energía en el proceso. Claro, ya no hay desenfreno, pero la intensidad no es una cuestión de decibeles ni de velocidad. Y, claramente, esto está muy lejos de ser material de fácil digestión. Se requieren repetidas escuchas concienzudas para desentrañar las sutilezas y el gigantesco caudal creativo de este disco. Puedo entender que a algunos les resulte música demasiado cerebral porque, de hecho, lo es. Ahora bien, tampoco se trata de escuchar el disco con una calculadora a mano. Simplemente que, a veces, se necesita de un cierto grado de concentración e inteligencia para lograr los resultados esperados. Y les aseguro que el cúmulo de viajes contenidos en estos casi treinta y tres minutos de pura deformidad musical hace que el esfuerzo valga la pena.

16 “Bridges to burn” (2009)
La exaltación porrera no es propiedad exclusiva de rastafaris ni de rockeros pseudo hippies con nostalgia setentosa. Desde 1991, estos californianos vienen demostrando que el enojo más nihilista puede convivir con las espesas nubes de humo dulce. “Bridges to burn” es el regreso a las pistas después de seis años de silencio discográfico y los tipos se pusieron las pilas y retomaron la inventiva riffera y la densidad aplastante de aquel glorioso “Drop out” de 1996. Claro, no se olvidaron del groove, ese groove violento que obliga a mover la cabeza poniendo cara de malo mientras nos enroscamos los dedos en un eterno air guitar. Tal vez el público más joven asocie el sonido de 16 a bandas como Clutch, Bongzilla, Mastodon e inclusive Isis, lo cual no sería del todo incorrecto, siempre y cuando se tenga en cuenta quién estuvo primero. Por otro lado, aquí es posible escuchar esa esencia noventosa que, por momentos, los acerca a clásicos imbatibles como Helmet o Fudge Tunnel. Tal vez el referente más claro sean los inmortales Melvins (“Missed the boat”, el tema que cierra el disco, es un clarísimo ejemplo de ello), aunque esa influencia está aquí despojada del costado más experimental del asunto. Digamos que esta es una perfecta representación de esa especie de Sabbath-Core al que tantos grupos actuales aspiran. El imaginario riffero de Tony Iommi pasado por un espeso filtro de agresión Hardcore y con un sonido masivo que hubiera sido imposible siquiera de concebir en los 70’s. El vuelo creativo para dejar que esas guitarras dibujen escenas caleidoscópicas que nunca están reñidas con el gancho. Las lecciones de dinámica bien aprendidas y utilizadas en función de las canciones y no como mera excusa para construir eternos desarrollos en crescendo. El nervio rockero latiendo al rojo vivo, la intensidad al tope y los músculos en tensión constante demuestran no ser un impedimento para desparramar grandes ideas musicales y crear vívidas imágenes psicodélicas. Insisto, tal vez hoy en día ya no nos sorprendamos por la combinación de densidad Sludge, rabia Hardcore, groove noventero y enrosques casi progresivos, pero 16 posee la solidez necesaria para ser mucho más que un simple híbrido de partes inconexas. Las bermudas y la marihuana reconciliadas una vez más.

19 de enero de 2009

Las primeras reviews del 2009

Por Fernando Suarez.

Desidia “Desidia”(2008)
Observen ese cementerio en blanco y negro, esa marea infinita de tumbas. ¿Escuchan las bombas cayendo? Esto no es paranoia ni exageración, esto es real. Las calles que recorremos todos los días no son más que un opresivo desfile de cuerpos muertos. No dejen que el odio que desprenden sus miradas los engañen, esa gente está desprovista de toda chispa vital. Desidia nos asfixia con gruesas capas de desesperanza y, paradójicamente (o no tanto), la experiencia resulta revitalizadora. Claro, esas guitarras construyen gruesos muros de impenetrable alquitrán y nos obligan a contemplar las más sórdidas realidades. Pueden hacerlo a paso de tortuga o con aceleradas taquicárdicas, pero el efecto es el mismo: van a sentir cómo el cráneo se oprime hasta estallar. Mi costado más cínico pensó que nunca vería una banda nacional citando como influencias a Kylesa, From Ashes Rise o Fall Of Efrafa, y mucho menos que le hiciera justicia semejantes nombres. Desidia logra todo eso y encima se da el lujo de poseer identidad propia e ideas musicales más que logradas. La voz es un gruñido ominoso que da el marco perfecto para estas monolíticas descargas de agresión. Las composiciones logran trasladarnos a escenarios grises, dementes pinturas de lo que no debería ser. E insisto con esas guitarras, enormes cuerdas en ebullición que serruchan el aire sin piedad y no se privan de ofrecer evocadoras melodías ni macabras armonizaciones. La vida misma puede ser el peor viaje de ácido y este joven quinteto logra plasmar con sólo tres temas esa dicotomía con pasmosa exactitud y una fuerza avasallante. La magia inefable de hacer música extremadamente pesada sin hacer Metal propiamente dicho. O de rescatar los postulados revolucionarios del Hardcore sin caer en poses vacías ni limitaciones creativas innecesarias. Junto con Canvas, Voightkampff y alguno más que me debo estar olvidando, Desidia representa un muy necesario y postergado recambio generacional para la música pesada vernácula. No se lo pierdan.


Seance “Awakening of the gods” (2009)
En la marea incesante de bandas que asolaron la escena Deathmetalera de principios de los 90’s no era de extrañar que buenas bandas se perdieran en el olvido. Esto sucedió con Seance, suecos ellos pero completamente alejados del sonido “medioso” de Entombed, Grave y demás holmienses. Probablemente la referencia más directa para ubicar sonoramente al grupo sea Morbid Angel, ni más ni menos. Bueno, después de dieciséis años de silencio discográfico, el cuarteto vuelve con las remeras negras intactas y la misma cara de orto de siempre. Entiendo si se preguntan qué relevancia tiene hoy en día un disco nuevo de Seance, yo también me lo pregunto. El problema es que estos riffs endemoniados no me dejan concentrarme. Altares para las guitarras vigorosas e inquietas, ofrendas al Dios del riff espiralado. Sí, no hace falta embadurnarse en un tecnicismo estéril para lograr que las seis cuerdas ardan con brillo propio y retorcido. Inclusive las canciones pueden tener estructuras reconocibles y gancho sin sacrificar brutalidad. Y, por si se habían olvidado, Seance nos recuerda que alguna vez el Death Metal lograba transmitir miedo. Contemplen, entonces, como tentáculos del tamaño del universo mismo se extienden sobre un firmamento negro estirando hasta el infinito la agonía de millones de galaxias en descomposición. Pesadilla lovecraftiana asegurada o le devolvemos su retoño oscuro de Shub-Niggurath. En cualquier caso, el fuerte de estos suecos está en su desarrollado instinto compositivo, en esa habilidad para dar vueltas complicadas sin salirse nunca de lo que necesita la canción y al mismo tiempo atreviéndose a jugar con elementos exóticos (por así llamarlos) como guitarras acústicas, grooves entrecortados y hasta un solo de bajo. Por supuesto, los elementos típicos están en su lugar. Voz gutural proveniente de los abismos más aterradores, check. Riffs slayerianos embarrados, check. Doble bombo insistente y taladrante, check. No es un nuevo amanecer para el Death, pero “Awakening of the gods” se las arregla para rescatar las mejores cualidades de la vieja escuela y ponerlas al día con sonido e ideas actuales, sin necesidad de agregar ningún “core” a su propuesta. Benditos sean estos enfermos.



Khanate “Clean hands go foul” (2009)
Un ángel con los huesos torcidos y el torso surcado por tensas líneas rojas. La piel estirándose y palpitando. Lo que resta de sus párpados desprende un espeso fluido verduzco. El triste esqueleto de sus alas apenas puede sostener las últimas plumas manchadas de hollín. Sus encías amarronadas laten con erupciones de pus. Un aquelarre de bacterias invade su centro nervioso. Reposa sobre planchas de metal oxidado y se propina caricias que se llevan souvenirs en forma de carne. Limpia el endurecido polvo de las paredes que lo contienen con los apéndices donde solía haber uñas, ahora reemplazadas por bultos de color bordó. Intenta recitar los salmos que hablaban de su existencia y su garganta cruje dejando un gusto sanguíneo en su árido paladar. Eleva esos brazos que parecen ramas secas. Tiembla con cada intento de movilidad. Implora a su padre y las lágrimas se acumulan en sus ojos quemando la retina. Su rostro se encoge en un gesto horrible, como si tratara de apretar los dientes que ya no están ahí. El dolor asciende lentamente por cada fibra de su ser hasta generar chispas eléctricas en su mente. Invadido por visiones de estómagos estallando, se retuerce de placer imaginando baños de sangre divinos. Fija su vista amarillenta en la procesión de moscas que se posa sobre sus heridas eternamente frescas. Ellas dejan sus huevos y él siente como las larvas se mueven cadenciosamente alimentándose de sus rancios jugos vitales. Amo de los insectos, caricatura fracturada del amor celestial. Su arquitectura anatómica desobedece las leyes naturales, creando pesadillescas articulaciones e irregulares geografías sobre su piel. El silencio lo aturde y él lo rompe raspando las costras en sus costillas. La médula en el núcleo de sus huesos es reemplazada por excremento líquido. Juega a clavar gruesos clavos en las palmas de sus manos. Cada golpe de martillo es acompañado por salpicadas de un espeso líquido negro. Envuelve su cráneo con alambres de púa y observa al firmamento vacío. Sueña con úteros esculpidos con tenazas. Sus entrañas cantan guturales mantras de pura decadencia intestinal. Las ácidas emulsiones de sus órganos internos se revelan y, paso a paso, van disolviendo esta ilusión de formas definidas y cuerpos tangibles.



T.S.O.L. “Life, liberty and the pursuit of free downloads” (2009)
Todavía hay esperanza. Si un grupo con treinta años de carrera es capaz de sacar un disco como este, plagado de excelentes canciones, con grandes melodías y una frescura envidiable, entonces no todo está perdido. Y sí, hablo de una banda pilar del Punk Rock americano de los 80’s y una vez más queda demostrado que la edad sólo hace que los punkys mejoren. Acá no hay achaques a la vista, muchachos. Y tampoco es el típico verso de la vuelta las raíces. En sólo media hora (¿quién necesita discos que duren más de media hora?), los californianos presentan diez canciones redondas por dónde se las mire, con el pulso rockero siempre firme, los riffs simples y gancheros, la voz de Jack Grisham con esa elegancia enfermiza de siempre, los punteitos y los teclados que aportan ese sabor tan particular. Se podría decir que todas la etapas del grupo se ven representadas en este disco, exceptuando, claro, la aberración Hair-metalera de fines de los 80’s. “She’s got a bomb” tiene toda la impronta cruda y directa del ep debut, “The pain that we go through” no desentonaría con el clima oscuro de “Change today?”, “Come into my nightmare” podría haber sido parte de ese vaudeville de Horror-Punk que fue “Dance with me”, “Someone like you” posee un aire experimental que remite a aquel incomprendido “Beneath the shadows” e inclusive temas como “We’re together” o “Love that mess” me recuerdan a The Joykiller, aquella excelente banda que Grisham lidero a mediados de los 90’s. Y, claro, hay más gemas, como la emocionante “Wait for me”, donde la guitarra y los teclados crean un perfecto colchón para una de las más sentidas melodías que se puedan lograr sin caer en clichés berretas. En fin, el culto a las buenas canciones en su máxima expresión y la actitud Punk al 100%, evitando todo atisbo de aburrimiento, acartonamiento o pretensión innecesaria, pero con un grado de musicalidad inigualable. Y, como si todo esto fuera poco, la banda puso a disposición el disco para descargar de forma gratuita en www.hurley.com/tsol. Pedir más sería de puro hinchapelotas. Como dirían los Descendents, enjoy!


Hyatari “They will surface” (2008)
Este mundo horrible y hermoso. Esos bloques de nubes que se mueven lentamente y esconden su significado en lo más recóndito de nuestras almas. Coronas de humo para símbolos formados por bloques de edificios. Visiones a través de vidrios empañados. El miedo y la tensión como combustibles para esta parálisis que estalla dejando cráteres en la tierra. Ok, no estamos hablando de nada nuevo a esta altura del partido. Ritmos lentos y arrastrados, comandados por una batería programada que suena mucho más natural y orgánica de lo que uno podría pensar en primera instancia, guitarras graves y gordas que juegan con el minimalismo Drone, los espirales Blacksabbatheros o las disonancias casi Industriales según la ocasión, climas ensoñadores creados por arpegios cristalinos y texturas de suave distorsión melódica, atmósferas turbias infectadas por legiones de insectos sonoros reptando en la oscuridad…Y ni una sola sonrisa. Claro, bien podríamos resumir todo esto como una suma de ciertos elementos de bandas como Neurosis, Godflesh, The Cure y Red Sparowes. Tenemos la sobria e infinitamente intensa oscuridad de los primeros, el agobiante tratamiento sonoro de los segundos, las melodías limpias y entrecruzadas de los terceros y la capacidad de generar imágenes casi fílmicas de manera puramente instrumental de los últimos. Y sin embargo, estos tres nativos de West Virginia no suenan en ningún momento a copia berreta. Está más que claro que para lograr un resultado decente en estos terrenos musicales es menester poseer un buen manejo de la dinámica. Bueno, Hyatari hace gala de un tacto equilibradísimo a la hora de construir climas, manejándose con elementos básicos pero sutiles, dejando de lado cualquier atisbo de barroquismo innecesario y poniendo el sentimiento siempre en primer plano. O sea, acá tenemos algo más que movimientos tectónicos dumbetas adornados con calculados arpegios Post-Rockeros. Por momentos, inclusive, creo percibir algo de esos mantras narcóticos de los geniales Om, pero con una o dos capas extras de ruido. Recomendado para viajes introspectivos, sueños apocalípticos y atardeceres melancólicos.


Thursday “Common existence” (2009)
Resulta casi gracioso que un grupo como Thursday haya sido la principal fuente de inspiración para bandas tan artificiales y pedorretas como Funeral For A Friend, The Used o los a esta altura insoportables My Chemical Romance. Y no es una cuestión de popularidad o mero snobismo. Cualquiera con un par de oídos puede notar que la propuesta de estos neoyorkinos no tiene nada que ver con maquillajes corridos y pataleos adolescentes. Por supuesto, no están solos y junto a otros como Poison The Well, Hopesfall o los desaparecidos Boy SetsFire siguen demostrando que la combinación de melodías Emo, intelectualidad Post-Hardcore y pesadez metalera todavía tiene tela para cortar. Después del introspectivo “A city by the light divided”, Thursday recupera algo de la energía desbordada de sus primeros trabajos (la poderosa “Resuscitation of a Dead Man” que abre el disco es buena prueba de ello) y la adorna con un grado de sofisticación que los acerca aún más a los sonidos de avanzada de clásicos de culto como Snapcase o Glassjaw. Geoff Rickly mantiene su tradicional tono de voz nasal y siempre al borde del colapso total pero aporta melodías tan logradas como memorables, épicas y, claro, sumamente emotivas. Las guitarras despliegan su enorme arsenal de recursos, construyen impenetrables paredes de distorsión, se repliegan en bellísimos arpegios, apuntalan nervios con histéricas disonancias, flotan en texturas casi psicodélicas y nunca se salen de los marcos de la corrección cancionera. Los teclados apuntalan magistralmente la gama de emociones desplegadas en cada canción, comprendiendo a la perfección qué lugar ocupar en cada tramo de las composiciones. Y, claro, si hablamos de composición, estos tipos saben lo que están haciendo. La dinámica entre la introspección y los estallidos de rabia siempre la manejaron a su antojo y acá llegan al punto más alto de expresividad, estirando la tensión hasta puntos insospechados, dando vuelta las estructuras obvias del género sin por ello forzar la fluidez de los temas. Por momentos logran resultados cinemáticos, secuencias de imágenes en blanco y negro, historias contadas con pulso rockero y una imaginación a prueba de balas. Y lo importante es que dichos relatos musicales no son un mero ejercicio de matemáticas compositivas. Las vísceras mismas de los músicos están expuestas con cada riff, cada grito, cada melodía. Y desaprovechar tales cualidades en esta época de poses sin sustancia e ideas recicladas hasta el vómito sería un verdadero crimen.

The Axis Of Perdition “Urfe” (2009)
Puedo imaginarme las caras de desconcierto de aquellos que todavía creen que The Axis Of Perdition es un grupo de Black Metal con inclinaciones Industriales. Claro, aquellos que sólo llegaron a escuchar aquel debut de 2003, “The Ichneumon method (And less welcome techniques)”, todavía retendrán en sus neuronas ese barroquismo a toda velocidad, una especie de cruza enfermiza entre Emperor, Atheist y Blut Aus Nord. El mini lp “Physical illucinations in the sewer of Xuchil Bara…(The red god)” marcó el comienzo del quiebre estilístico hacia terrenos Industriales/Ambientales y las intenciones cinemáticas de los británicos se hicieron realidad en el posterior “Deleted scenes from the transition hospital”, donde, no obstante, todavía era posible detectar los rastros de su pasado blackmetalero. Cinco años después, tenemos entre nosotros este cd doble llamado “Urfe” y, con él, una nueva redefinición para la música del cuarteto. “Urfe” relata la epopeya psicodélica/introspectiva del personaje homónimo a través de una imaginaria ciudad llamada Locus Eyrie. Y cuando digo relata me refiero exactamente a eso. Casi la totalidad de las voces están a cargo del actor Leslie Simpson (“Dog Soldiers”, “The Descent”, “Doomsday”, “Beyond The Rave”) quien recita los escritos concebidos por el grupo cual trovador post-nuclear. Y el soundtrack (nunca mejor escogido el término) para esa historia termina de redondear el concepto de forma abrumadora. Desde tenues melodías hasta erupciones volcánicas de pura abrasión sonora, atmósferas cavernosas infectadas de miles de detalles enfermizos, un desarrollo musical extremadamente cuidadoso de nunca perder el hilo conceptual. Una verdadera película relatada con música. Por supuesto, para lograr tal efecto era menester que The Axis Of Perdition se librara casi por completo de sus raíces metálicas e inclusive de todo acercamiento rockero a la composición. Los tipos no se hicieron problema por eso (aunque hay esporádicos pasajes en la segunda mitad del disco donde las guitarras, la batería y la voz distorsionada se entrometen en una suerte de pesadilla Drone-Black-Industrial) y lograron crear lo que alguien como Angelo Badalamenti haría si contara con el arsenal de destrucción masiva de gente como Justin Broadrick o Genesis P. Orridge. Por supuesto, podríamos llamar a esto Film Score Metal, pero me da escalofríos el siquiera sugerir en broma que esta genialidad tenga algún punto de contacto con la berretada de Luca Turilli. Más allá de rótulos y referencias, si son de aquellos que todavía disfrutan del gentil arte de escuchar música sin distracciones, cierren los ojos y sumérjanse en lo que seguramente será el film más perturbador del año.


Wino “Punctuated equilibrium” (2009)
Llámenlo artista de culto o cómo carajo quieran, Scott “Wino” Weinrich es el jodido amo del Doom y se acabó la discusión. ¿O acaso es necesario que les recuerde que el tipo lideró a Saint Vitus y The Obsessed, dos de las bandas pilares del Sabbathismo muchos años antes de que a alguien se le ocurriera el término Stoner-Rock? Y no nos olvidemos de sus últimas encarnaciones en la forma de Spirit Caravan y The Hidden Hand. Puro material de calidad. Así, después de tantos años de riffs arrastrados y climas psicodélicos/ominosos, Wino se despacha con su primer disco solista. No esperen novedades, vanguardia ni experimentación, el hombre se armó un buen Power-trio y se dedicó a hacer lo que mejor sabe, rockear de la forma más maldita posible. Y con una frescura que no se condice con sus cuarenta y siete años de edad. Prueben, si no me creen, con la casi Punk “Punctuated equilibrium”, con la lisérgica zapada de “Wild blue yonder”, la atmósfera mística de “Water crane” o la atrapante densidad de “Eyes of the flesh”. Vamos, prueben con el disco entero y déjense llevar por esa guitarra llena de magia Iommiesca, por esa voz rasposa y expresiva, por esos grooves irresistibles, por esos graves gordos y valvulares, por esa inclaudicable naturalidad que se desprende de estas diez canciones que rozan la perfección absoluta. Y encima tengan siempre presente que, con sus letras, Wino demuestra que es mucho más que un peludo con muchos tatuajes y pocas ideas. Inclusive hay lugar para jugueteos instrumentales retorcidos que recuerdan a sus esporádicas colaboraciones con Joe Lally, ex bajista de Fugazi. En fin, es lo de siempre, sí, pero hecho con clase y personalidad por uno de los tipos que definió cómo hacerlo. Imprescindible para todo dumbeta que se precie de tal.


Dälek “Gutter tactics” (2009)
Criaturas inmóviles de cemento gris siguen nuestros pasos con ojos más negros que la noche. El sudor helado, las miradas inquietas y la punzante certeza de que, si todo se acaba acá, estuvimos siempre equivocados. Gusanos de tenso plástico extendiéndose hasta donde nuestra visión se niega a llegar. Bebés deformes que reptan tratando de acariciarnos mientras emiten guturales sonidos sin boca. Los más perturbadores viajes narcóticos, la demencia urbana, el miedo como una aguja en la espina dorsal. No soy un experto en el tema, pero puedo asegurar que el Hip-Hop (salvando contadísimas excepciones) no es lo mío. Este dúo neoyorkino está al tope de las excepciones, claro. Por supuesto, ahí entra otra vez la discusión de si esto puede ser llamado o no Hip-Hop. Como no soy un purista ni un estudioso del género, dejo de lado tal cosa y me entrego por completo a esta nueva maravilla con la que Dälek festeja (bueno, eso de festejar es un decir) sus diez años de vida. Las flores, como suele suceder en estos casos, van para The Oktopus, el encargado de erigir estas intrincadas construcciones musicales infectadas de miles de sonidos superpuestos y enmarcadas por beats que demuestran que no necesitan ir acompañados de la palabra Blast para ser brutales. Por momentos logran pinturas exactas de lo que uno imagina que debe ser un paseo nocturno por los barrios más jodidos de New York, por momentos se acercan al Trip-Hop pero desechan cualquier intento de “coolismo” escupiendo las texturas más abrasivas de su arsenal. Algo así como un Massive Attack pasado por una picadora de carne manejada por Merzbow. En ese contexto, el rapeo seco de MC Dälek hace quedar a tanto gangsta tatuado como una mera pandilla de nenes incapaces de hilar una idea propia. Y si hay algo que no le falta a esta gente son ideas. Bases rítmicas que no desentonarían en un disco de Godflesh, acuosas melodías entrecruzadas que harían llorar de envidia a Mogwai, collages de samples abrumadores como los del mejor Skinny Puppy, un vasto laboratorio sonoro donde cualquier recurso puede ser usado en pos de lograr los densísimos climas que manejan estos tipos. Para cuando llegás a “Atypical stereotype”, que cierra el disco con un cadencioso ritmo ensuciado por un insistente estrato de ruido blanco, sentís la cabeza embotada y un nudo en el estómago. Y vas a querer repetir la experiencia. Sí, recién estamos en enero pero ya puedo decir que “Gutter tactics” va a ser uno de los discos del año.


Napalm Death “Time waits for no slave” (2009)
Suena “Strongarm” y, mientras junto los restos de masa encefálica que quedaron pegados a la pared, me pregunto cómo es posible que una banda con tantos años de carrera ininterrumpida puede mantener tal grado de virulencia sin dejar que se entrometa ni un atisbo de artificialidad ni aburguesamiento en su propuesta. Más teniendo en cuenta que siendo estos ingleses los padres indiscutidos del Grindcore, bien podrían haberse quedado atascados en la repetición infinita de sus primeros pasos. El hecho es que estos tipos siguen planteando excelentes ideas musicales con una furia descontrolada y pareciera que tienen combustible para rato. Por supuesto, ya no están redefiniendo géneros pero los desafío a encontrar un solo riff que suene a gastado o a mera nostalgia. Díganme cuántos cantantes extremos son capaces de escupir la rabia pura y sin adulterar que desprende el bueno de Barney Greenway. Vamos, si hasta el tipo suena más enojado ahora que en la época en que recién había entrado a Napalm. Tal vez se deba a que tiene motivos reales para estar enojado, en vez de gruñir sobre demonios y orgías gore. Tal vez la madurez que le da claridad a sus ideas políticas le sirva también como receta para el odio. Esa misma madurez que se evidencia en los excelentes riffs de Mitch Harris, un auténtico artesano del Grindcore con un vuelo creativo ilimitado y un instinto asesino inclaudicable. Haciendo gala tanto de enrosques técnicos que serían la envidia de cualquier aspirante a Scott Hull, como de simples y directos mazazos paridos en la mejor tradición cabezota de Celtic Frost, D.R.I. o Siege, e inclusive exóticas texturas disonantes casi melódicas que habría que rastrear en su gusto por bandas como Killing Joke, Swans o Today Is The Day. Y lo mejor es que todo eso está desplegado en canciones, y no en meras apiladas de riffs y cortes. Y en esas canciones no van a encontrar sólo torbellinos de blast-beats incesantes, también hay groove, tempos irregulares, rebajes hardcorosos, letanías monolíticas…y demoledoras estampidas a toda velocidad, claro. En definitiva, son catorce nuevos himnos de repulsión ante este mundo gris y enfermo. Y, como todo disco de Napalm Death (sí, me paso la objetividad por el escroto), una clase magistral de música extrema.


Fen “The malediction fields” (2009)
Los rayos del sol del atardecer se cuelan entre estos ventanales tiñendo de un melancólico cobre a los edificios. Aguas cristalinas que nos devuelven los cansados reflejos de nuestros rostros. Luces de neón paralizadas a toda velocidad sobre este asfalto coronado por una luna infiel. Un cortejo de árboles ancestrales que nos protege. Autoexiliados en este escarchado bosque de concreto y cables de alta tensión. Si pensaban que combinar los climas reflexivos y eminentemente urbanos de Mogwai o Explosions In The Sky con el Black Metal “naturalista” y emotivo del primer Ulver daría como resultado inevitable un pastiche infame sin pies ni cabezas, piénsenlo otra vez. Ok, tal vez puedan encontrar similitudes con lo último de Alcest, en cuanto al tratamiento altamente sensible y a ese claro aire soñador post-rockero. Pero donde los franceses dejan de lado totalmente el Black, Fen todavía mantiene lazos con dicho género, en especial en lo que hace a voces podridas y riffs taladrantes. Pero, claro, esto no es DarkThrone (Dartron, para los amigos) ni Mayhem. Ni siquiera Emperor. Estos británicos se manejan principalmente en medios tiempos y densos ritmos casi dumbetas, la influencia del Thrash y la mística rudimentaria de Venom o el primer Bathory brilla por su ausencia y las estructuras compositivas no apuntan a una grandilocuencia sinfónica si no más bien a desarrollos emocionales apuntalados por paisajes etéreos y lluviosos. Y sí, hay teclados y climas de pura cabalgata épica en medio de montañas cubiertas de nieve. Y también hay guitarras acústicas que toman lugares preponderantes aún en canciones no acústicas. Digamos que, antes que a rituales satánicos y quema de iglesias, la música de Fen remite a viajes shamánicos de autoconocimiento y conexión con la naturaleza. O a la melancolía que produce añorar dichos viajes cuando uno se encuentra atrapado por esta demencia urbana que vivimos día a día. O bien podría decirse que Fen abraza la misantropía y no el nihilismo del Negro Metal. Si hasta en los pocos tramos en los que pisan el acelerador (como en la genial “Lashed by storm”) transmiten más una sensación de inercia vertiginosa que de odio desbocado. Y en ese mismo tema se cuela un pasaje de guitarras que no desentonaría en algún disco de Red Sparowes o inclusive Isis, hasta que las guitarras empapadas de reverb vuelven a entrar con el ritmo a todo galope y la lluvia golpeando fuerte en el rostro. Tal vez suene raro pero “The malediction fields” es uno de los discos más hermosos que el Black Metal ha logrado parir en mucho tiempo.

14 de enero de 2009

Noticias del mas allá: Gradual Hate vs. Silence in First Degree




Estamos trabajando para ud. en una pieza audiovisual elaborada en conjunto con el grupo español Gradual Hate, basada en el concepto del Panóptico de Jeremy Bentham que fuera utilizado como idea para el escrito "Vigilar y Castigar" del filósofo francés Michel Foucault.



"The panopticon develops out of the need for surveillance shown in the plague. Plague measures were needed to protect society: the panopticon allows power to operate efficiently. It is a functional, permanent structure. The transition from one to another represents the move to a society in which discipline is based on observation and examination. The disciplinary society is not necessarily one with a panopticon in every street: it is one where the state controls such methods of coercion and operates them throughout society. The development of a disciplinary society involves socio-economic factors, particularly population increase and economic development."




Más novedades pronto

13 de enero de 2009

Zann Sessions, Volume 3

“Yo estoy sentado en un cuarto distinto del que usted está ahora. Estoy grabando el sonido de mi voz hablada y reproduciendo la grabación una y otra vez hasta que las frecuencias de resonancia del cuarto se refuercen a sí mismas y se destruya toda similitud con mi discurso, quizás con excepción del ritmo.

Lo que va a oír entonces son las frecuencias naturales del cuarto articuladas por el habla. Yo no contemplo esta actividad tanto como una demostración de un hecho físico, sino como una forma de suavizar cualquier irregularidad que mi discurso pueda tener.”

Alvin Lucier "I am Sitting in a Room" (1970)

Para inaugurar el año, presentamos una nueva Zann Session, compuesta por Gustavo García (de Barbarian Brothers), Carla Bissioli de The Lists y quien les escribe, Manuel Platino. Basada en la idea original del compositor contemporáneo Alvin Lucier en su obra "I am Sitting in a Room" de 1970.

En esta ocasión, Gustavo aporta sus habilidades con la guitarra acústica y Carla los armónicos de su voz, con resultados extremadamente perturbadores.

Disfruten

Para descargar la Zann Session Vol. 3 hacer click aquí
To download Zann Session Vol. 3 click here

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4 de enero de 2009

The Zann's Music staff reviews the Top Records of 2008




Earth “The bees made honey in the lion’s skull”
Alejandro's Record of the year: El western del mal.
Manuel's Record of the year: Dylan Carlson, el hombre cuyo cerebro ya funciona en otros niveles de lógica y creatividad, sigue enseñándonos cómo se hace. Nuevamente acompañado de luminarias, Bill Frisell y Steve Moore entre otros.
Fernando's pick: Gracias a Dios que la escopeta se la regaló a Kurt Cobain y no la usó él.
Carla's pick.


Torche “Meanderthal”
Fernando's record of the year: Las guitarras más gordas y las melodías más copadas. Canciones enormes, estribillos imposibles de olvidar y una destreza compositiva refrescante.
Carla's pick.
Alejandro's pick: Simpáticos.
Manuel's pick: Melodía Pop, arreglos vocales irresistibles mezclados con el sonido pesado de la difunta Floor, una combinación ganadora.


Misery Index “Traitors”
Martín's Record of the year: Odian su política, a los débiles, odian sus instrumentos, y se nota.


Bob Mould “District line”
Carla's Record of the year.
Fernando's pick: Hablando de gente que no falla, una nueva joya del mejor compositor del Rock Norteamericano de las últimas décadas.
Manuel's pick: Pero que oso más lindo, encima ahora hace fierros para levantarse chongos.


Helms Alee “Night terror”
Fernando's pick: Gente de Seattle reinventando las enseñanzas de Melvins, Botch y Pixies.
Manuel's pick: Nuevos sonidos para el Metal, el Sludge y el Noise-Pop también desde Seattle.



Agathocles “Grind is Protest”
Martín's pick: Yo los vi, les juro que son de verdad.



Bloodbath “Fathomless mastery”
Martín's pick: El culto al Death old school condensado en un terrible manifiesto musical de vacío y muerte.


Jesu & Envy "Split"
Alejandro's pick: Ideal para el dolor.
Fernando's pick: Guerreros de la tristeza más hermosa.
Manuel’s pick: Justin haceme un pibe



A Storm of Light “And We Wept the Black Ocean Within”
Manuel's pick: He aquí la mezcla de Red Sparrowes y Neurosis, haciendo lo que mejor saben hacer: evocar los sentimientos mas primitivos y viscerales en un trabajo que redefine la famosa frase de Breton: la belleza debe ser revulsiva, la más revulsiva de todas.
Fernando's pick: Para ahogarse una y otra vez.


Beneath the Massacre “Dystopia”
Martín's pick: No hay tiempo para arreglos, ni melodías, ni climas, ni esas ñoñadas. Es sólo Death Metal, pero me gusta.



Paint It Black “New lexicon”
Fernando's pick: Un nuevo hito para el Hardcore.


Illdisposed “The prestige”
Martín's pick: Gordos, pesados y deathroleros. Todo gira alrededor del riff.



Faraquet “Anthology 1997-98”
Fernando's pick: Rock nerd de Dischord. Nunca puede fallar.



Agenda of Swine “Waves of human suffering”
Martín's pick: Hardcore, Death, Thrash dos cucharaditas de Gind y sírvase con mucho odio.
Manuel's pick: Pete Ponitkoff de Benümb te ladra al oído toda la mierda que ocurre en el mundo al ritmo de riffs machacosos y asesinos.



Einstürzende Neubauten “The Jewels”
Fernando's pick: ¿Dije gente que no falla? Ok, ya saben, esto es Neubauten.
Carla's pick.
Manuel's pick: "The Jewels" es el disco que Blixa y sus compinches regalaron a los fans que contribuyeron para la grabación de "Alles Wieder Offen". En este caso los teutones diseñaron un sistema de composición por cartas, parecido al usado por John Zorn en sus trabajos. Como siempre, la creatividad sin límites y el talento garantizados.


Origin “Antithesis”
Martín's pick: Ejecución al extremo enfermiza de los instrumentos y velocidad inhumana nos trae "Antithesis", el esperadísimo retorno de los jefes.
Fernando's pick: De las pocas bandas de Death Metal que todavía vale tomarse la molestía escuchar.



Iron Lung “Sexless/No sex”
Fernando's pick: Lo que Man Is The Bastard hizo por el Powerviolence en los 90’s, estos tipos lo hacen ahora.



Unearth “The march”
Martín's pick: Chúpenme todos la pija.


Septic Flesh “Communion”
Martín's pick: Septic Flesh, la banda temida por los umbanda y los voodoo.



Made Out Of Babies “The ruiner”
Fernando's pick: Julie Christmas y sus enfermitos nos dan otra patada en las encías con el Rock más deforme y contundente.
Manuel's pick: Cada vez más siniestros y oscuros, la banda de New York con una de las vocalistas que parece haber heredado la actitud de Lydia Lunch, Jarboe y toda la No-Wave junta.



Dead Elephant “Lowest shared descent”
Fernando's pick: El disco más demente del año. Ni más ni menos.


Textures “Silhouettes”
Martín's pick: Los sobrinos holandeses de Meshuggah que ahora crecieron y ya no dependen más del tío.


Verse “Aggression”
Fernando's pick: Pura emoción, buenas ideas y una excelente prueba del buen año que pasó el Hardcore.


Confronto “Sanctuarium”
Martín's pick: Confronto nos muestra que la mezcla de Hardcore y el Metal no siempre es Metalcore.


One Second Riot “One second riot”
Fernando's pick: Dos franceses. Un bajo. Una batería. Toneladas de samples y teclados. El fin del mundo pintado en blanco y negro.


Gojira “The way of all flesh”
Martín's pick: Climas aplastantes, riffs que te hacen transpirar y composición aprendida de los rollos del mar muerto.
Fernando's pick: Gracias a dios por las enseñazas de Voivod bien aprendidas.



Taura “Huesped”
Fernando's pick: El dolor más dulce hecho música.
Alejandro's pick: Mi espejo del 2008.
Manuel's pick: Taura es de esas bandas que tienen la rara cualidad de mejorar con cada disco. Sigan así chicos.

Agoraphobic Nosebleed "Altered States Of America (Deluxe Edition)"
Fernando's pick: ¿Qué pasa si le agregamos veintiocho remixes llenos de ruiditos y deformidad a uno de los discos más importantes del Grindcore actual? ¿Y si ese disco ya tenía originalmente cien temas? Prepárense para que se les derrita el cerebro.
Manuel's pick: Pura y absoluta genialidad, este disco debería ser disco del año todos los años.


Ehnahre “The man closing up”
Fernando's pick: ¿Naked City, Khanate, Kayo Dot, Morbid Angel y Pan-Thy-Monium conviviendo en (des)armonía? Escuchar para creer.



This is Hell “Misfortunes”
Martín's pick: Rescatar buen Hardcore en los tiempos que corren no es fácil, pero hay pibes que conocen bien las raíces.
Fernando's pick: En realidad este fue un gran año para las bermudas y los tatuajes. Y "Misfortunes" es otro buen ejemplo de ello.


John Zorn “The crucible”
Fernando's pick: Otra obra llena de gloria ruidosa con el tandem Zorn-Patton-Dunn-Baron.
Manuel's pick: El judío mas cool de todos los tiempos (Por supuesto que Cooler than Jesus) y su banda de fans haciendo de las suyas.

John Zorn "The dreamers"
Fernando's pick: Porque no sólo de ruido y gritos vive el experimentador. Una colección de hermosas canciones que siguen el camino de aquel entrañable "The gift" del mismo Zorn.


Candiru “Piscatorial terror”
Fernando's pick: Godflesh desmantelado en una clínica de abortos clandestina.


Arghoslent “Hornets of pogrom”
Martín's pick: Una máquina imparable que no deja de escupir riffs épicos dispuestos en exquisitas canciones con un tecnicismo soberbio (GRACIAS por hacerme volver a creer en el Death Metal melódico I).



Final “Dead air”
Fernando's pick: Justin Broadrick se entrega de lleno al sonido puro y nos muestra su viaje.
Manuel's pick: No sé si les pasará que a veces se les ocurre una idea musical copada y luego te enterás que ya la hizo otro. Al menos tengo el consuelo que mis ideas son parecidas a las de alguien extremadamente talentoso, capaz que algún día te pueda ganar de mano, maldito Justin.


Venomous Concept “Poisoned Apple”
Martín's pick: Sale Buzzo, entra Embury, pero aun se mantiene la esencia Punk, el alma Grind y el odio Hardcore.
Fernando's pick: Una banda con Shane Embury y Dan Lilker no puede fallar nunca.


Hot Water Music “Till the wheels fall off”
Fernando's pick: Himnos inmortales de puro Punk-Rock.
Carla's pick.


Pyramids “Pyramids”
Fernando's pick: Una de las cosas más raras del año. ¿Black-Post-Rock-Industrial-Psicodélico? Decidan ustedes.



Asva “What you don’t know is frontier”
Fernando's pick: La orquesta Drone de Trey Spruance y otro viaje de colores irreales.
Manuel's pick: La comunidad hippie del drone, los riffs lentos, el ruido y la buena onda.



Genghis Tron “Board up the house”
Fernando's pick: Oh sí, todavía hay futuro en el Metal extremo.



Playing Enemy “My life as the villain”
Fernando's pick: La despedida de una de las mejores cosas que le pasó al Mathcore.
Manuel's pick: El Mathcore me ha llenado soberanamente las pelotas, pero por suerte todavía hay tela de donde cortar... mientras esté Fernando para hacer de filtro de toda la porquería, yo confío plenamente en su criterio para ello.


Burst “Lazarus bird”
Martín's pick: Un gran oasis de creatividad, imaginación y "push-the-limits" en este desierto de ideas estancadas
Fernando's pick: Ah, ¿se podía hacer Metal Progresivo sin ser unos peleles acartonados?


Transistor Transistor “Ruined lives”
Fernando's pick: Post-Hardcore y espíritu revolucionario/incendiario. Pura adrenalina.



Omnium Gatherum “The Redshift”
Martín's pick: Los fineses establecieron muy bien su sello y su personalidad dentro del Death melódico, y con este discazo lo confirman una vez más.


Outlaw Order “Dragging down the enforcer”
Fernando's pick: Para no extrañar tanto a Eyehategod.
Manuel's pick: Eyehategod sin la capeza de Jimi Bower sigue teniendo resto de talento como para producir material excelente, he aquí la prueba.


Ascend “Ample fire within”
Fernando's pick: Un viaje por océanos de lava sólida.
Alejandro's pick: El trueno.



Criminal Element “Guilty as Charged”
Martín's pick: "Suéltenme, malditos, suéltenme, quiero a mi abogado, pagaran pagaraaaaaaaaan".



Melvins “Nude with boots”
Fernando's pick: ¿Acaso alguien se pudo sacar de la cabeza la imponente performance de esas dos baterías?
Carla's pick.
Manuel's pick: Si te los perdiste en su paso por Argentina sos un boludo.


Jucifer “L’Autrichienne”
Fernando's pick: Charles Manson estaría orgulloso de estos dos freaks.
Manuel's pick: Otra pareja de hippies que se dedica a hacer ruido, esta en particular explorando con mucho éxito los diferentes aspectos del Metal extremo.


Leviathan “Massive conspiracy against all life”
Fernando's pick: Black Metal para el nuevo milenio.
Manuel's pick: "El negro metal es jodidamente guerra", "una conspiración masiva contra toda la vida". Ya sabemos que el Black Metal es la pelotudez más grande que haya existido sobre la faz de la tierra, nacido de dos de las bandas más estúpidas jamás concebidas por el metal (Venom y Bathory), pero no podemos negar que los resultados pueden ser tan interesantes como lo ridícula de su concepción. Gracias a satanás por bandas como Leviathan.



Boris “Smile”
Fernando's pick: Imbatibles y siempre uno o dos pasos delante de todos los demás.
Alejandro's pick: Los mejores.
Manuel's pick: Los Boris siguen demostrando que son una de las mejores cosas que pudo pasarle a la música del nuevo milenio


Enslaved “Vertebrae”
Fernando's pick: Viajes espaciales pintados de negro.
Martín's pick: Nunca le hicieron caso al "no cambies nunca". Un disco que podrían escuchar Gilmour e Ihsahn tomándose una cerveza.



Cursed “III: Architects of troubled sleep”
Fernando's pick: La banda más oscura y “entombizada” del Crust.


Killing The Dream “Fractures”
Fernando's pick: Los chicos están enojados. Y pegan dónde más duele.


Trap Them “Seizures in barren praise”
Fernando's pick: Como ser devorado por montañas de mugre y odio.
Martín’s pick: Caos no organizado.



Gama Bomb “Citizen brain” / Lazarus A.D. “The onslaught”
Martín's picks: Todo vuelve, el Thrash old school también.


Wold “Stratification”
Fernando's pick: Artesanos del ruido y la asfixia.


F.U.B.A.R. & Splitter “Split”
Martín's pick: Splitter lanzo en el 2007 el disco Grindcore del año. Ahora arremeten nuevamente con los primos F.U.B.A.R.
Manuel's pick: Gracias al joven Passaro por las recomendetas copadas.


Grails “Doomsdayer’s holiday”
Fernando's pick: Tal vez la última esperanza del Post-Rock.
Manuel's pick: La creatividad y el talento de una de las mejores bandas del Post-Rock en la actualidad, aquella que hoy en día les lleva la delantera por varios cuerpos a casi todo el resto.



The Haunted “Versus”
Martín's pick: En "Versus" volvemos a tener un The Haunted con garras y dientes que desgarra la carne mientras todavía estas vivo para verlo.



Moho "Chotacabra"
Manuel's pick: Otro excelente lanzamiento del sludge desde la península ibérica, donde pareciera que el cuarteto de Birmingham, los riffs retorcidos de Los Angeles y los acoples de New Orleans encontraron un lugar donde están muy cómodos. Y el premio al mejor título de disco del año.
Fernando's pick: Manes, el disco se llama Chotacabra.


P.H.O.B.O.S. “Anaedipal”
Fernando's pick: Un Apocalipsis mecánico en cámara lenta.
Manuel's pick: Franceses y amantes de Burzum, Godflesh, la complejidad sonora y el ruido más negro de todos.


Ass to Mouth “Kiss Ass”
Martín's pick: Son polacos, hacen Grindcore y estas jodidamente enojados, si bien el humor ronda en sus letras. Me niego a creer que el vocalista es humano.


Steve Von Till “A grave is a grim horse”
Fernando's pick: Una de las voces de Neurosis nos abre la puerta a la melancolía infinita.
Carla's pick.




The Breeders “Mountain battles”
Fernando's pick: Otro manjar Pop-psicodélico con ese delicioso gustito a “Pod”.
Carla's pick.




Ufomammut “Idolum”
Fernando's pick: El espacio exterior invadido por estampidas de elefantes.
Manuel's pick: Los italianos más pesados del mundo invocan un terror cósmico que bien podría ser la peor de las pesadillas de Lovecraft.



The Gutter Twins “Saturnalia”
Fernando's pick: Mark Lanegan y Greg Dulli unen fuerzas para recuperar la desazón borracha de los 90’s.


Helios "Caesura"
Alejandro's pick: Caramelos para el corazón.



Suicide Note “Empty rooms”
Fernando's pick: El Post-Hardcore nunca muere.


Shai Hulud “Misanthropy pure”
Fernando's pick: “La evolución del Hardcore sin ser Post-Hardcore”. Palabra del tío Passaro.
Martín's pick: Emoción, creatividad y sentimiento. Arrodíllense ante los nuevos reyes del Hardcore.


Unearthly Trance “Electrocution”
Fernando's pick: Ok, no superaron a “The trident”, pero que alguien se atreva a negar la calidad de este discón.
Manuel's pick: Los maestros del porro, el Hardcore, el Black Metal y el Doom están de vuelta y destruyendo todo en su camino nuevamente.


R.E.M. “Accelerate”
Fernando's pick: Las buenas canciones ganan siempre.
Carla's pick.


Fucked Up “The chemistry of common life”
Fernando's pick: El hijo maldito y anarquista del Hardcore y la psicodelia.
Manuel's pick: Una inyección extra de inteligencia para todos los punks del mundo.


Zozobra "Bird of prey"
Manuel's pick: Un nuevo movimiento tectónico hecho disco de Caleb Scofield de Cave in y Old Man Gloom.
Fernando's pick: Se extrañan las melodías del debut, pero quién le puede decir que no a semejante despliegue de pura densidad.


Blacklisted “Heavier than heaven, lonelier than god”
Fernando's pick: Pura intensidad y espíritu Blackflaguero.



Decrepit Birth “Diminishing between worlds”
Martín's pick: Premium Brutal Death. Para exigentes.


Joan Of Arc “Boo human”
Fernando's pick: La prueba máxima de que la experimentación no tiene por qué estar reñida con las hermosas canciones.


These Arms Are Snakes “Tail swallower and dove”
Fernando's pick: Tradición y vanguardia, nerdismo y virulencia.


Casketgarden “Incompleteness in Absence”
Martín's pick: Dicen que el tercero es el disco clave de una banda. Casketgarden apostó y gano. Larga vida a la sucursal de At the Gates húngara.


Deeds of Flesh “Of what’s to come”
Martín's pick: Es imposible que el Death Metal se detenga, si tiene como motor a Deeds of Flesh. Nueva formación, composición destructiva, sonido apocalíptico.



DarkThrone "Dark thrones and black flags"
Alejandro's pick: Lo lograron una vez más.


Canvas “Canvas”
Fernando's pick: La banda revelación nacional del año. Amantes de Converge, Deadguy y similares no se pueden perder esta joya.
Manuel's pick: Una muy grata sorpresa del hardcore vernáculo, demostrando que no todo es pose, tatuajes y malas imitaciones de Madball y Biohazard.



Brown Jenkins “Angel eyes”
Fernando's pick: Como si Justin Broadrick fuera poseído por un Lovecraft con corpsepaint.


Planes Mistaken For Stars “We ride to fight”
Fernando's pick: Compilado póstumo de una de las bandas más violentas y rockeras del Post-Hardcore actual.


Kill the Client “Cleptocracy”
Martín's pick: Monica Lewinsky se la chupó a Bush, y Bush se la tiene que chupar a Kill the Client.
Manuel's pick: Porque no todos los texanos votaron a Bush, por suerte algunos de ellos todavía usan sus cerebros.
Fernando's pick: Una saludable patada de Grindcore vieja escuela.


Desidia "Desidia"
Manuel's pick: Uno de los mejores debuts del año que inyecta mucha promisoria vitalidad en la escena under porteña del metal extremo. Que no se acabe la magia.
Fernando's pick: Un baño en espesas aguas de desesperanza.



Smoking Popes “Stay down”
Fernando's pick: Pura elegancia Punk-Popera.
Carla's pick.




Transitional “Nothing real nothing absent”
Fernando's pick: Nadando entre Jesu, My Bloody Valentine y Throbbing Gristle.
Manuel's pick: Aquí hay antenas, atardeceres, imágenes post apocalípticas, ambientación sonora y mucha disonancia.


Candiria “Kiss the lie”
Fernando's pick: Adiós a la dispersión. Bienvenidas las buenas canciones.


Extreme Noise Terror “Law of retaliation”
Fernando's pick: Pura violencia hecha por gente que sabe mucho del tema.
Martín's pick: Explíquenme cómo hicieron para compactar tanto odio en un pedacito de plástico.
Manuel's pick: No estaba seguro si ponerlo en la lista, pero nada, es ExNxTx, piel de gallina garantizada o le devolvemos sus chupines.



Archons “The consequences of silence”
Martín's pick: Ahh esos arreglos de guitarra que casi me hacen lagrimear, gracias Canadá, gracias Archons por la magia. (GRACIAS por hacerme volver a creer en el Death Metal melódico II).



Rudimentary Peni “No more pain”
Fernando's pick: La leyenda Anarko-Punk vuelve a destrozar cabezas.
Manuel's pick: Una vuelta no esperada, una sorpresa muy grata.


Sunn 0))) “Dømkirke”
Fernando's pick: La más jodida de las misas negras jamás concebida.
Manuel's pick: Y no podía faltar el dúo del Drone, encima con un disco grabado en una catedral con Attila, no puede fallar.


El Camino Más Difícil “Siempre quemando los caminos de vuelta”
Fernando's pick: A la mierda con el Buenos Aires Hardcore. Estos pibes son de Rosario y tienen huevos e ideas para competirle a cualquiera.


Sakkuth “From wretched blood”
Martín's pick: This is madness, this is Sakkuth. (GRACIAS por hacerme volver a creer en el Death Metal melódico III).


The Fall Of Troy “Phantom on the horizon”
Fernando's pick: Si Geddy Lee se hubiera juntado con Robert Fripp para tratar de emular a The Dillinger Escape Plan, la cosa sonaría más o menos así.


Incinerate “Anatomize”
Martín's pick: Brutal Death técnico enemigo de la vida, la paz y la esperanza.



Høst “Høst”
Fernando's pick: Increíble pero real: el Black Metal sigue encontrando vueltas de tuerca para evolucionar.


Mudhoney “The Lucky ones”
Fernando's pick: Un disco más, sí. Pero en el caso de la leyenda de Seattle eso significa toneladas de actitud rockera y adrenalina al 100%.


Scott Kelly “The wake”
Fernando's pick: El Neurosis solista que faltaba. Folk árido y despojado para los domingos a la tarde.
Carla's pick.
Manuel's pick: Scott Kelly es uno de los pocos músicos que todavía dan "miedito". Si no véanlo cuando toca en vivo.


Jesu “Why are we not perfect”
Fernando's pick: Y sí, al menos un ep de Jesu por año tiene que haber en la lista.
Carla's pick.




Psycroptic “Ob(servant)”
Martín's pick: Cuarto disco de los australianos, Death técnico brutal y sorpresivamente con algo de core, top 5 del año.


Trash Talk “Trash Talk”
Fernando's pick: ¿Estamos en presencia de un revival del Powerviolence? Bienvenido sea si está hecho con este nivel.
Manuel's pick: Che, no pueden ponerle "poderviolencia" a un estilo de música. Igual aguante el revival, quisiera mudarme a California en el '94 y hacer ruidines con Eric Wood.


Akimbo “Jersey shores”
Fernando's pick: Rock monolítico y desgarrador como las mandíbulas de un tiburón.
Manuel's pick: Sentimiento, emoción, belleza y un baldazo de agua para el hardcore en el nuevo milenio


If Lucy Fell “Zebra dance”
Fernando's pick: El Noise-Rock no descansa.



Testament “The Formation of Damnation”
Martín's pick: Oh dios esos riffs, Skolnick bendito seas, no te vayas nunca más.


Spylacopa “Spylacopa”
Fernando's pick: Una pequeña muestra de lo que podría ser EL supergrupo de estos tiempos.


The Arcane Order “In the wake of collisions”
Martín's pick: Ex miembros de Autumn Leaves y Raunchy dejando de lado lo melódico de sus respectivas y haciendo una especie de Death nuevo, jodido y demoledor.

Secret Chiefs 3 "Xaphan: The book of angels, Vol. 9"
Fernando's pick: La banda cosmopolita de Trey Spruance versionando a Masada. No puede fallar NUNCA.



The Defaced “Anomaly”
Martín's pick: The Defaced tomó la posta que perdieron los Soilwork en "Stabbing the Dramma".



Tombs “Tombs”
Fernando's pick: Qué bueno que haya gente que siga las enseñanzas de Justin Broadrick.
Manuel's pick: Claro que sí.


Nadja “Desire in uneasiness”
Fernando's pick: Otro trueno buena onda a cargo de estos ñoños.
Manuel's pick: Los noviecitos del ruido, la pareja mas ñoña de la música.


Tiefighter “I could tell the world”
Martín's pick: Hardcore vieja escuela, con sonido nuevo, las venas llenas de sangre y las pelotas de testosterona, Sick Of It All y Gorilla Biscuits estarían orgullosos.


5ive’s Continuum Research Project “Hesperus”
Fernando's pick: Hacia el infinito y más allá. Y con guitarras gordísimas.
Manuel's pick: Me dicen que me parezco a James Plotkin, espero que algún día también pueda hacer las cosas que hace el muchacho con el sonido.


Nine Inch Nails “Ghosts I-IV”
Fernando's pick: Ok, Trent Reznor es un tipo insoportable. Pero se mandó un discazo a puro clima de película de terror.


Victims “Killer”
Martín's pick: Punk, Crust y suciedad.
Fernando's pick: No por nada acá hay un ex Nasum.


Whitechapel “This is exile”
Martín's pick: El Deathcore está saturado de bandas copy-paste, pero siempre en estos casos las buenas bandas prevalecen, Whitechapel es una de ellas.


Vitamin X “Full scale assault”
Martín's pick: Nuevo disco de esta legendaria banda holandesa de Hardcore, mi compañero Fernando ya puso el "New Lexicon" de los Paint It Black, por eso yo elegí a "Full Scale Assault".



Pig Destroyer “Natasha”
Fernando's pick: Violencia alucinógena para disfrutar con auriculares.
Manuel's pick: J.R. Hayes tiene problemas, por suerte está Scott Hull para ponerle banda sonora a sus enfermizas historias.



Runhild Gammelsaeter “Amplicon”
Fernando's pick: La chica que destrozaba su garganta en Thorr’s Hammer y Khlyst se mete de lleno a demostrar todas las posibilidades de su voz y su vasto ingenio creativo.


Tankard “Thirst”
Martín's pick: El nuevo lanzo de los alemanes. La birra tiene siempre más o menos el mismo sabor, ¿por qué los discos de Tankard no deberían tenerlo? (Por dios no se pierdan su nuevo video de la canción "Stay Thirsty").


Intronaut “Prehistoricisms”
Fernando's pick: Más Metal Progresivo para este boletín. Si Neurosis, Baroness y Cynic tuvieran un hijo nerd, sonaría así.


Krallice “Krallice”
Manuel's pick: Y si hablamos del negro metal, ¿qué mejor que una reformulación del mismo de parte de músicos ñoños miembros de bandas como Disrhythmia y Behold…the Arctopus?
Fernando's pick: Negro y helado Metal hecho por nerds.


Wetnurse “Invisible city”
Fernando's pick: ¿Quién dijo que ya no hay propuestas arriesgadas y originales en el Metal?


Maruta “In narcosis”
Martín's pick: La nueva era del Death-Grind-Hardcore es auspiciada por maruta.
Fernando's pick: Más rápido, más furioso. Maurito genio.


Capsule “Blue”
Fernando's pick: Caos, adrenalina, emoción y toneladas de disonancia.


Nachtmystium “Assassins – Black meddle pt. 1”
Fernando's pick: La psicodelia blackmetalera al poder.
Alejandro's pick: Para volver a creer en el black metal
Manuel's pick: El negro metal no es solo guerra, también es droga


Jarboe “Mahakali”
Manuel's pick: ¿Un disco inspirado por la diosa hindú de la destrucción? ¿Encima contando con invitados como Attila Csihar? no esperaba menos de la ex-Swans.



KEN Mode “Mennonite”
Fernando's pick: Noise-Rock denso y violento, como Steve Albini nos enseñó.


Jarboe & Justin Broadrick “J2”
Fernando's pick: Dos potencias se saludan y nos ciegan con el brillo de su talento.



Cult of Luna “Eternal Kingdom”
Martín's pick: Una oruga de tanque impregnada con restos humanos te aplasta muy, muy lentamente y tus gritos solo sirven de coros en esta obra oscura e infernal.
Fernando's pick: Por fin estos suecos amargos hacen un disco que está a la altura del hype.


Mike Patton “A perfect place”
Fernando's pick: El disco perfecto para los que extrañaban al Patton cancionero, melódico y cercano al “California” de Mr. Bungle.
Carla's pick.


Harvey Milk “Life…the best game in town”
Fernando's pick: Pura adoración Melvinera. ¡Y ahora con más Joe Preston para su placer!
Manuel's pick: Riffs sabatheros, canciones Melvinezcas, Joe Preston y un poster de Iron Maiden en la tapa, ¿hace falta aclarar algo más?


Phobia “22 random acts of violence”
Martín's pick: Odiar más y más rápido, esa es la meta. FLAWLESS VICTORY.
Fernando's pick: A revolear molotovs se ha dicho.



Lvmen “Heron”
Fernando's pick: Porque no sólo de clones baratos de Neurosis vive el Metal Monolítico.


Gigan “Order of the false eye”
Fernando's pick: Si Primus hubiera contratado al guitarrista de Psyopus como principal compositor, les hubiera quedado esta oda a la demencia matemática.


Rotten Sound “Cycles”
Fernando's pick: El mejor antídoto para no extrañar tanto a Nasum.
Martín's pick: Gracias por hacerme extrañar menos a Nasum.



Pentemple “O))) presents…”
Fernando's pick: Como si John Coltrane se hubiera hecho satanista y se dedicara a destruir guitarras en vez de saxofones.


Der Blutharsch "Everything is alright"
Alejandro's pick: Cada vez más deformes.


Stephen Malkmus “Real emotional trash”
Fernando's pick: El Principito del Indie todavía tiene tela para cortar.
Carla's pick.




Meshuggah “Obzen”
Martín's pick: He aquí los creadores de las pirámides.
Fernando's pick: La topadora de los ritmos impares no detiene su marcha.
Manuel's pick: ¿Quién puede resistirse a esos ritmos retorcidos y esas guitarras que cada vez tienen más cuerdas?, la concha de su madre.


Life Long Tragedy “Runaways”
Fernando's pick: Una promesa del Hardcore actual trunca antes de terminar de florecer.


Hey Colossus “Happy birthday”
Fernando's pick: Enormes bolas de ruido grave y ritmos aplastantes. El Sludge llevado al punto máximo de violencia.


Gridlink “Amber gray”
Fernando's pick: Poco más de diez minutos y quinientos millones de ideas apiladas.
Martín's pick: Jon Chang y su nuevo grupo de des-terapia.



Blood Ceremony "Blood Ceremony"
Alejandro's pick: Como ver una película de Hammer, con satanás, unas cabras, minas en bolas con flequillo, patillas, oxfords y un cuchillo.


Porn & Merzbow “And The Devil Makes Three”
Manuel's pick: Ya saben, la melodía es de caretas, aguante el ruido.
Fernando's pick: Y nosotros nos tenemos que conformar con Sergio de Natas por tercemundistas del orto.


Free Kitten “Inherit”
Fernando's pick: Las abuelas del Indie y el Noise-Rock demuestran como seguir pateando culos con elementos mínimos.


Capricorns “River, bear your bones”
Fernando's pick: Doom instrumental, progresivo y apadrinado por Lee Dorrian.
Manuel's pick: El dúo de Chicago, maestros de los climas, los viajes oscuros y retorcidos que mueven su música nuevamente un paso adelante.



Aethenor “Betimes black cloud masses”
Fernando's pick: La banda sonora para la más jodida película de terror.


The (International) Noise Conspiracy “The cross of my calling”
Fernando's pick: Perfectas canciones rockeras para la revolución.


Fuck The Facts “Disgorge Mexico”
Fernando's pick: Canadienses, brutales y extremadamente retorcidos.
Martín's pick: La banda de sonido del desembarco en Normandía.


Hongo “X”
Manuel's pick: Psicodelia y drogadicción, innovación sonora y una (de tantas) de las propuestas platenses que prometen


Young Widows “Old wounds”
Fernando's pick: Ideal para festejar el regreso de The Jesus Lizard.


S*ilent Green “Inevitable collapse in the presence of conviction”
Fernando's pick: Los mufas de New Orleans perderán las casas a manos de Katrina, pero no las mañas.
Martín's pick: HOLY SHIT!


Misery Signals “Controller”
Fernando's pick: Parece mentira pero el Metalcore todavía es capaz de entregar discos tan creativos como hermosos.
Martín's pick: Monstruos que escupen odio por la boca, guitarras que les disparan radiación y baterías que bombardean incesablemente. El juego se llama "Controller" y el joystick lo tiene Devin Townsend.



Coffins "Buried death"
Martín's pick: Si hay algo peor que morir es hacerlo al ritmo de Coffins.
Fernando's pick: Como si Mortician fueran tres japoneses adoradores del Doom.
Manuel's pick: Pero con mucho más onda y mejores riffs.



Opeth “Watershed”
Martín's pick: Increíblemente Akerfeldt puede seguir refinando su música...


Outcast “Self-injected reality”
Martín's pick: El Meshuggah de Contradictions Collapse, thrasheado, fearfactorizado y gojirizado


Final Fight “Half head full shred”
Fernando's pick: Hardcore que conjuga el espíritu inquebrantable de la vieja escuela con nuevas ideas, poniendo siempre las emociones a flor de piel.


Severed Savior “Servile Insurrection”
Martín's pick: Brutal Death Metal técnico de reglamento. SOBERBIO. Después de 5 años de silencio sacan esta bestialidad.


Birdflesh “The farmer’s wrath”
Martín's pick: Grindcore con un cromosoma menos.
Fernando's pick: Grindcore y buen humor, una dupla imbatible. Ah, y los mogólicos tienen un cromosoma de más, no uno de menos, pedazo de idem.
Manuel's pick: No pueden ser más capos estos suecos pelotudos. Qué bueno es tener artistas que te hagan acordar que la música no tiene que ser necesariamente acartonada, ni seria, ni bótica.



Electrozombies “He visto”
Fernando's pick: Sludge chileno con guiños al viejo y querido Doom/Death de bandas como Cianide o Asphyx.


Raunchy “Wasteland Discotheque”
Martín's pick: Melo-pop-death danés, canciones que te las vas silbando y de dan ganas de llamar a tu novia para llevarla al zoológico.



Flagitious Idiosyncrasy in the Dilapidation “Flagitious Idiosyncrasy in the Dilapidation”
Martín's pick: Perras japonesas ladrando y escupiendo espuma por la boca.
Fernando's pick: Esta lista tiene muchas cosas que no fallan, Grindcore y Japón es otra de ellas.


Crowpath “One with filth”
Martín's pick: Se tocar muy bien, se tocar muy bien y rápido, se hacer buenas canciones y hago discos cada vez mejores, un gusto, me llamo jose_crowpath.
Fernando's pick: Cabezas con forma de espiral. Es sólo Metal Nerd pero me gusta.


Leng tch’e & Fuck the facts “Split”
Martín's pick: Hijos siameses de dos hermanos.


Mamiffer “Hirror Enniffer”
Fernando's pick: Melodías de telenovela, ambientaciones fantasmales y acechantes estratos de ruido.

Narcosis "Best served cold: Discography 1998-2007"
Fernando's pick: Para hacerse mierda la cabeza con más de ochenta minutos de Grindcore histérico a la Pig Destroyer.


Dystopia “Dystopia”
Fernando's pick: Demostrando por última vez por qué son leyendas en eso de combinar Crust y Sludge.


Sylvester Stallone “Rambo IV”
Martín's pick: Mejor que todo lo que leíste arriba.

Disclaimer: Aquí en Zann´s Music blablahblahh… ya saben.